El otro día intenté hacer un compendio sobre los discos que están saliendo últimamente, que han sido bastantes y bastante interesantes. Hoy comentaré otros tres y se me quedan unos cuantos en la recámara aún (entre ellos The Drums y The Horrible Crowes). Sin más dilación, allá vamos con tres estrenos diversos pero llamativos.
Night Birds.- The Other Side Of Darkness
Este grupo nace de parte de las cenizas de The Ergs!, lo cual de por sí significa que tenemos entre manos algo rápido y divertido, y no decepciona. A pesar de la corta vida de esta formación, han sacado un montón de material, en forma de diversos EPs y 7″, todos muy recomendables, sobre todo por el hecho de que en la escena actual tocan un género un tanto olvidado y que tiene bastantes posibilidades, como es el surf punk (así de buenas a primeras me vienen a la cabeza los españoles Los Coronas, pero abordan esta premisa desde una vertiente rockera). Night Birds nos mezclan ritmos de lo más surferos, completamente fuera de época, con hardcore punk actual, conformando un sonido único y muy disfrutable.
Este disco, comparado con sus anteriores trabajos, tiene una duración nada desdeñable, 13 canciones que te hacen desear estar moviéndolo en una sala pequeña con ellos en el escenario. Ya desde el principio el álbum deja claro que vienen bien cargados de energía, con auténticos temazos como Born of Man and Woman o Paranoid Times, como también la canción que da título al disco, The Other Side Of Darkness. Riffs intensos y pegadizos, muchos coros, punteos vertiginosos y una actitud sacada de otro tiempo, una combinación de elementos que casi nunca falla. Un disco que no da un respiro y que te mantiene enganchado de principio a fin, una apuesta segura para cargarse las pilas o para animarse en los peores momentos de bajona.
Polar Bear Club.- Clash Battle Guilt Pride
Estamos ante un grupo extraño. Dentro de esa vertiente del punk rock que la prensa de verdad (o al menos con más difusión) ha dado por llamar orgcore (por ser lo más visto en punknews.org) es un grupo algo menor, sin embargo, si te pones a escucharlos con calma y sobre todo, con ganas, te das cuenta que de menores o secundarios no tienen nada. Y este último disco es un auténtico tour de force en el que demuestran todo lo contrario.
En este trabajo, Polar Bear Club dejan que sus influencias salgan a relucir, y convertir estos toques disonantes con el núcleo duro del género sean su principal virtud, esos toques de hardcore melódico en cuanto a la técnica, o ritmos que suenan completamente a post-hardcore, tanto por el tono como por la complicación. Realmente es un gran ejemplo de cómo un grupo puede diferenciarse del resto por lo que en un principio no acababa de cuajar. Si ya me gustaban antes, tengo claro que ahora voy a seguir la pista de estos chicos de Rochester con mucha más atención. Otra cosa extraña sobre este disco es que el tema que más me ha gustado y mejor me entró a la primera escucha fue la última canción, 3-4 Tango, un tema potente, directo y una manera perfecta de acabar un buen álbum por todo lo alto. En definitiva, un grupo decidido a hacerse notar y alcanzar el lugar que cada día está más claro que plenamente merecen.
The Kooks.- Junk Of The Heart
Cambiando un poco de estilo, me gustaría comentar un poco el último trabajo de los británicos The Kooks. Es un grupo al que le tengo bastante cariño, muchas de sus canciones me han acompañado a lo largo de los últimos años, y a pesar de tener más difusión de lo que suelo hablar por estos lares, merecen que comente su último lanzamiento.
Lo primero sobre este disco es que es bastante más tranquilo que sus anteriores trabajos, y en verdad se echa algo de menos una canción más movida, más intensa o más cañera. Esto no quiere decir que el disco sea malo, para nada, de hecho el trabajo de la voz de Luke Pritchard, una de las señas de identidad de la banda, está en su mejor momento y la verdad es que la capacidad del inglés para alcanzar distintos tonos y registros es brutal. Puede verse una curva de aprendizaje considerable, y se ve que el grupo sabe lo que hace y adónde quiere llegar. La parte negativa de esto es que se lleva también parte del protagonismo, haciendo que el resto de integrantes de la banda brillen menos, pasando lo mismo con sus partes instrumentales. Aún así, queda un disco tranquilo, con ese toque de buen rollo característico de la banda, que consigue arrancarte siempre una sonrisa, con canciones muy destacadas (para mi gusto) como Eskimo Kiss o el single Junk Of The Heart (Happy). Un tercer disco con el que avanzan a la vanguardia del indie rock, siendo, en mi opinión uno de los grupos más destacados del género a día de hoy.
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Y con esto lo dejo por hoy, a sabiendas de que tengo una deuda con vosotros que espero zanjar en breve escribiendo unas palabrillas sobre el side-project de Brian Fallon (cantante de ese grupazo que es The Gaslight Anthem) llamado The Horrible Crowes, en el que saca (más aún) su vena bluesera; y el disco de unos chicos indies que van a dar mucho que hablar, The Drums. ¡Esperadlo con ansia!
Buenos reviews, sobre todo para ponernos a tono con estos trabajos, especialmente el de The Kooks, porque la cuento entre mis bandas preferidas y de las más destacadas del sonido indie británico. Gracias. Saludos desde Lima, Perú.