Meat Wave.- The Incessant

He podido comprobar en los últimos meses que, cada vez con mayor frecuencia, muchos discos se basan por completo en experiencias personales de los artistas que los idean. Normalmente, además, siempre se trata de experiencias traumáticas o al menos, tortuosas, como fue el caso de Stage Four de Touché Amoré, o A Crow Is Looking At Me de Mount Eerie, centrados en la muerte de un familiar cercano, o el disco de debut de Allison Crutchfield, que gira alrededor de la ruptura con su pareja sentimental.

The Incessant de Meat Wave entra dentro de este tipo de álbumes, y trata sobre el espacio de tiempo posterior a que Chris Sutter rompiera su relación con su pareja con la que había convivido durante doce años, configurando este trabajo como una especie de túnel que parecía infinito y por el que finalmente pasó, con las malas decisiones que tomó tras la ruptura, su ansiedad y depresión, y todos los estados de duelo que supone una experiencia similar.

Es realmente sorprendente encontrarse un disco así de la mano de Meat Wave, un grupo que debutó en 2015 con un disco simple y ligero pero efectivo de punk de baja fidelidad al estilo de The Hates, The Marked Men o Low Culture. La confianza que han cogido tras Delusion Moon es evidente, y el salto compositivo que supone la decisión de hacer un disco conceptual sobre temas bastante oscuros, íntimos y personales pone de manifiesto su crecimieno como banda, y su ambición a la hora de plantearse nuevos retos y temáticas. Entiendo que la producción de Steve Albini no les ha hecho ningún mal, y me gusta imaginar que su apoyo les haya hecho decidirse a tomar riesgos creativos.

Partiendo de la valentía de la decisión de publicar un álbum como The Incessant, es el momento de ver si han abarcado más de lo que podían apretar, o si han salido airosos de esta complicada tarea. Tras una primera escucha se hace patente que estamos ante el trabajo más complejo, interesante y llamativo de Meat Wave, y que se han quitado por completo el sambenito de banda garajera divertida pero sin demasiadas ideas. Es más, el estilo de The Incessant introduce nuevos sonidos en la trayectoria de la banda, virando hacia una mayor influencia de popes del hardcore y post-hardcore como Drive Like Jehu, Gang Of Four y Comadre (especialmente evidente desde Leopard Print Jet Ski, pero también en Bad Man o Glass Teeth), aunque sin renunciar del todo en otros temas a sonidos más livianos y rápidos, como es el caso de Run You Out o No Light.

El mayor mérito de The Incessant es que realmente refleja el abanico de estados emocionales por los que pasa una persona tras una ruptura complicada, lo que hace su mensaje universal, pero también francamente íntima, al ponerse desde la óptica de una experiencia personal del cantante de Meat Wave. Esa conexión entre quien escucha y quien canta, que tan difícil es de encontrar, en esta ocasión sale de manera espontánea de los compases de este trabajo.

The Incessant es sin duda una de las sorpresas más inesperadas y a la vez agradables hasta la fecha de 2017, tanto porque surge de una banda que en principio sólo había publicado lanzamientos disfrutables pero superfluos, como por el hecho de ser uno de esos discos que te implica en lo que cuenta, que te hace parte de la vida de su creador, y que a pesar de relatar algo duro y doloroso, puede resultar liberador y terapéutico el hecho de convertirlo en algo artístico, y compartirlo con el resto del mundo.

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