Uno de los primeros discos de 2012, y no he podido resistir la tentación de hacer un pequeño comentario sobre él, no sólo por el morbillo de que inaugure musicalmente el año, si no que es una banda que se ha labrado su nombre en un género minoritario, que se han mantenido fieles a sus orígenes y cuyo nombre es sinónimo de autenticidad y buen hacer.
La verdad es que da gusto escuchar un grupo de screamo (o skramz como les da por llamarlo a algunos para distinguirlo de las flequilladas que popularmente se denominan también así, incorrectamente) que no ha virado ni un poco hacia el post-rock. No me malinterpretéis, me gusta ese toque, pero de vez en cuando quieres escuchar caña de la buena, con sus gritos salvajes, sus breakdowns y sus explosiones incontroladas, y es algo cada vez más difícil de encontrar, sobre todo con un poquito de calidad. En su momento dije, y mantengo, que uno de los mejores discos de 2010 fue You Will Not Survive de The Saddest Landscape, pero ya se intuía esa desviación hacia lugares más tranquilos, melodías más relajadas, una tendencia general a incluir elementos de calma en un género que se basa en la pura angustia y en potentes descargas de fuerza. Y como los mencionados, muchos fueron siguiendo esa senda, que aunque nos ofrecía mucha calidad y mucha buena música (Bâton Rouge es un perfecto ejemplo), podríamos decir que desvirtuaba un poco el género.
Y llegaron Loma Prieta para decir que de tranquilidad nada. Retoman la línea más dura del género, con muchos momentos cercanos al powerviolence, con ritmos que suenan contundentes, que no dan respiro y que desprenden rabia para parar un tren. Eso sí, este disco tiene un defecto bastante evidente, el sonido está demasiado descuidado para mi gusto. Disfruto como cualquiera de un álbum que suene garajero, algo sucio, que le de ese toque underground, pero en este caso se notan demasiado los fallos, y hay algunas canciones con demasiado ruido blanco. Desconozco la historia de su grabación, por lo que no sé si, dentro de la mentalidad DIY propia de las bandas de screamo, habrán tenido algún problema o falta de efectivo para lograr un sonido más nítido. En todo caso, es perdonable, y aunque entorpece la escucha en algún momento, no es razón para dejar pasar un disco si tienes ganas de enfadarte con el mundo y recibir un buen chute de adrenalina y mala leche.
Dentro de la trayectoria del grupo no me parece el mejor, y apostaría porque no va a estar en mi futura lista de los mejores de 2012, pero no es una mala manera de empezar el año (si te gusta el screamo, si no dudo horrores que pueda gustarte) y si tuviera que quedarme con alguna canción del disco, elegiría ex aequo entre la potentísima primera canción, Fly By Night, y Uniform, que es una canción algo más tranquila pero sólida y llena de garra. Para los que les seguís desde hace tiempo, en este álbum tenéis la continuación de Trilogy, sus partes 4, 5 y 6 (sólo quien haya escuchado Last City pillará esto) y por desgracia es en estas canciones en las que más evidentes se hacen los fallos en el sonido. En definitiva, una apuesta segura para los seguidores de la banda, y del género en general, y un auténtico salto al vacío para los demás, que aquí no engañamos a nadie.