1 de Abril de 2011

Sala Rock Kitchen, Madrid

Mi reacción fue bastante tímida cuando oí hablar por primera vez de estos chicos. Una voz peculiar, un organillo que sonaba raro y una chica con cara de loca que aporreaba una batería como si no hubiera un mañana. Y aún así tenían algo. Y luego vinieron los comentarios sobre sus directos, y los vídeos musicales, un auténtico torrente de energía y simpatía. Y entre una cosa y otra, me fui motivando hasta el punto de coger el móvil y hacer llamadas para ir a verles cuando me enteré de su paso por España. Y allí estuve, saltando y flipando al ver las reacciones de la gente, es realmente espectacular como lo mueven, muy difícil de intuir si simplemente escuchas su música.

Pero antes de meterme en el meollo, quiero comentar un poco sobre los teloneros: His Majesty The King, a los cuales escuché unos pocos días antes del concierto. Batería y guitarra, dos miembros, voz femenina, y bastante interesantes. Me gustó la coña de intercambiar instrumentos que hicieron cuando se iba acabando su show, que estuvo bastante bien para ir abriendo boca. Tienen poco material y deben tocar poquito en directo, pero si se os presenta la oportunidad, merecen la pena.

Dicho esto, nos metemos en faena. Matt y Kim entran con una música atronadora, dando saltos y tirando un par de camisetas, cogen rápidamente los instrumentos y se ponen a tocar Yea Yeah a toda prisa. La gente se empieza a mover y rápidamente empiezan a darse empujones, de una manera ciertamente impropia en un concierto de ese estilo (en serio, me impactó lo loca que se vuelve la gente con ellos, que no estamos hablando de un grupo de hardcore o de punk). Siguieron fuertes con Grand, y relajaron un poco con Good Ol’ Fashion Nightmare. Repitieron esta mecánica, metiendo canciones más cañeras y mezclándolas con otras más lentitas, atreviéndose incluso a hacer un par de covers jocosos de canciones o parte de canciones. Realmente tocaron todas las que más me llaman la atención, y acabaron con Daylight, muy propia para dejar buen sabor de boca.

La puesta en escena también está muy bien, tocando muy cerca del público, repartiendo globos promocionales, intentando chapurrera español (mejor Matt que Kim, a pesar de su buena intención y desparpajo), e incluso Kim bailó subida en las manos del público. El constante ánimo al público hace que te vengas arriba y logran una química muy buena entre ellos y la gente, es una imagen digna de ver el escenario lleno de globos y la gente saltando mientras ellos están subidos en sus respectivos instrumentos. Un grupo que a poco que te llame merece la pena ir a verlo, dadas las altas cantidades de diversión y buen rollo que desprenden.