Después de una inexcusable ausencia, vuelvo con una crónica de conciertos, para mi gusto la parte más interesante de esta página, el poder compartir las experiencias de cada evento al que asisto, lo cual a la vez me anima a intentar aprovechar todas las oportunidades que tenga (siempre que me llame mínimamente la atención) de poder disfrutar de música en directo.
En este caso, los protagonistas son el vallisoletano Bravo Fisher!, que hizo las veces de telonero, y demostró que con ganas e imaginación puede uno, por su propia cuenta y riesgo, montárselo bien creando música y dar un buen espectáculo. Cabe decir que su estilo es demasiado electrónico para mi gusto, y que a pesar de tener un aire a Two Door Cinema Club no me acababa de convencer. Sin embargo su directo derrochó simpatía y buen hacer, manifiestamente emocionado y con muchas ganas de moverlo. Esa alegría es contagiosa y rápidamente se metió al público en el bolsillo, especialmente en las canciones más movidas, destacando del concierto Minorka y Go Back To Spain (la cual tiene un videoclip simple pero muy currado dirigido por el incombustible Nacho Vigalondo, y que podéis ver aquí). Canciones positivas, alegres, que nos recuerdan al verano, a los viajes y las vacaciones, que es difícil que no te arranquen una sonrisilla. En general buenas impresiones y la verdad es que le deseo mucha suerte a Guille, ya no solamente porque sea de mi ciudad sino por su entusiasmo y por su puesta en escena vibrante y cercana. Os dejo aquí un enlace a su bandcamp, por si queréis echarle una oída a su disco de debut.
Rápidamente después (subrayo lo de rápidamente porque me pareció que la organización se lo curró mucho para que los conciertos empezaran a su hora y que no hubiera apenas tiempo muerto entre artistas) aparecieron los componentes de Hola A Todo El Mundo, dispuestos a presentar su nuevo material proveniente del disco Estela Castiza. Comenzaron con las canciones más calmadas pero ya demostrando su versatilidad, y es que usan un número considerable de instrumentos, entre ellos mucha percusión «de toda la vida» como triángulo y chinchines (yo que era particularmente nulo en la asignatura de Música les he tocado muchas veces), violín, flauta dulce o un pequeño flautín, amén de los instrumentos más comunes como teclado, guitarras y batería. Una mezcla de sonidos muy medida y muy pensada, que se integra perfectamente con el juego de voces que usa el grupo, una de sus notas más particulares. Debieron tener un problema con el teclado, que les debió volver un poco locos durante la segunda parte del concierto, aunque para ser sinceros no se notaba demasiado, siendo conscientes de los problemillas de sonido que siempre tiene la sala en la que estábamos. En todo caso, la mitad final fue más intensa y animada que la primera, logrando mover mucho más al público y consiguiendo un ambiente mucho más festivo, sobre todo gracias a canciones como Número Nadie (mi favorita) y A Movement Between These Two, acabando por todo lo alto y con el público con ganas de más (se me hizo corto y un par de canciones adicionales habrían estado bien). Un grupo a tener muy en cuenta ya que hacen algo difícil de describir pero muy disfrutable y que se puede apreciar el trabajo que hay detrás tanto en la composición como en la ejecución. Una grata sorpresa y una promesa de buen material futuro.
Y con esto acaba la crónica de hoy, y con la firme intención de en estas fiestas que se nos avecinan pasarme más por aquí y dejar caer más articulillos, con alguna cosa ya urdiéndose para celebrar la Navidad, y los Tops 10 de este año ya cocinándose a fuego lento. ¡Hasta más ver!