Con algo de cansancio pesando sobre nuestros hombros, nos dirigíamos de nuevo al Parc del Fòrum a ver qué nos deparaba el festival. Había bastante más gente que el Jueves, parecía que íbamos a presenciar algo grande.
Algo confusos por donde dirigirnos primero, nos decidimos por Girls, con ganas de escuchar las canciones de ese fantástico disco que es Father, Son, Holy Ghost. Todos los micros estaban adornados con flores, y al momento apareció la banda de Christopher Owens (pantalón marrón por la cintura, camisa rosa y corbata hortera, además de su pelo marca de la casa), todos con una marcada estética kitsch. Si a esto sumamos al coro formado por tres negras recién salidas de una iglesia evangelista pero con leggins de colores, podéis imaginaros el cuadro. Destacar el pique entre Christopher y una de las coristas por ver quién se metía más al público en el bolsillo, si ella con su chorro de voz o él con sus guitarreos. Esto escaló hasta que él reventó una cuerda de la guitarra. La gente estaba muy metida y todos disfrutamos enormemente con Lust For Life, Laura o Honey Bunny.
Comentando la jugada fuimos a ver a The Cure, los cuales tocaron tres horas. Sí, tal y como suena, tres horas. Por mi parte, vi un rato, me reí de las pintas de acabado de Robert Smith y su falta de pelo, intentando como fuera alcanzar su ya mítico peinado pero quedándose a medias. La verdad que tienen un estilo inequívoco pero a mí se me acaban haciendo pesados. Tuve la suerte de escuchar In Between Days, pero decidí dejar la mitomanía a un lado e irme a ver a un grupo que me gusta mucho más aunque sea menos conocido, Wavves. Estos entraron como un elefantes en una cacharrería tocando su hit King Of The Beach. Las primeras filas destilaban energía y no paraban de vibrar. Con sus pintas de surferos pasados de vueltas – chicos malos de instituto creciditos, tocaron prácticamente sin descanso sus temas más rápidos y enérgicos como Take On The World o Post Acid, para acabar con un cover de Sonic Youth. Si bien es cierto que algunas canciones se parecen entre ellas, lo pasamos auténticamente bien en este concierto y nos animamos para lo que venía después.
Entraba en escena el duende de M83 y el público ya sabía lo que esperar. Comenzaban con la Intro de su último disco, seguida de Teen Angst y recorriendo una selección de sus temas más movidos, especialmente pensados para el directo, más rápidos y bailables. Lo viven muchísimo, no paran de saltar y de recorrerse el escenario, y eso prende como la pólvora entre el respetable, alcanzando el clímax con Midnight City (un aplauso a la actuación del motivadísimo saxofonista) y el espectacular final con Couleurs. Un directo impecable y disfrutable como pocos, me dejaron felizmente sorprendido.
Parecía que no podíamos dejar de movernos y de echar bailoteos por lo que había que dirigirse rápidamente a The Rapture. Fue otro concierto para no parar y disfrutar al máximo. Me sorprendió que a pesar de estar en las primeras filas había espacio para moverse y estar a gusto, y poder seguir bien el ritmo a In The Grace Of Your Love (con la que abrieron), Get Myself Into It, House Of Jealous Lovers (con el tipo del cencerro dando saltos, aunque menos flipado de lo normal, por lo que me han contado) o Echoes. Cerraron con How Deep Is Your Love?, y me encantó ver como unos cracks con máscaras de papel de Björk a la salida iban cantando con su ritmillo » A mí plim la Björk». Mis felicitaciones desde aquí por la coña, nos reímos cosa mala.
Para acabar la noche nos acercamos al escenario Vice a ver lo que quedaba de Obits. Me les imaginaba más jóvenes, pero claro, estando el mítico Rick Froberg de Drive Like Jehu y Hot Snakes me tenía que haber imaginado que unos yogurines no iban a ser. En todo caso, sonaban potentes y contundentes, y pude disfrutar en directo de You Gotta Lose y I Want Results, que me parecen dos temazos increíbles. Espero poder verlos durante más tiempo la próxima vez porque merecen la pena y su estilo de post-hardcore con tintes rockeros es de lo mejorcito del panorama actual.
Podéis ver que fue un día intenso, con bien de bailoteo y movimiento. Cansados pero contentos nos dirigimos a casa expectantes de lo que nos quedaba por ver el sábado, lo cual es una historia para mañana.