Tengo que excusarme porque no conocí de la existencia de este disco hasta que salió, y no pude hacer ninguna clase de avance o previa, me llegó completo y esperando una línea continuista de su anterior disco, 10000 Ans de Vengeance. Para los que ya habéis escuchado algo de este grupo y esperabais una trayectoria continuista, rabia pura embotellada en un CD, puede que el nuevo trabajo, A La Deriva, os sorprenda.
No estamos ante un disco fácil. Si es tu primer encuentro con Interlude te pueden parecer algo ásperos y con un estilo muy particular dentro del post-hardcore nacional. Sus tintes gritones más cercanos al screamo es posible que desconcierten y echen para atrás a muchos en el primer contacto. Sobra decir que esto es un error, y que aunque haya que hacer ganas para la segunda escucha, ganan y acaban convirtiéndose en una banda de referencia. Para los que hemos seguido su trayectoria, este nuevo trabajo nos ha pillado de sorpresa, principalmente porque se ha atenuado (que no perdido) esa rabia existente y marca de la casa de la que siempre hacían ostentación. Sus ocho cortes se muestran muchos más relajados y muestran una contención hasta ahora desconocida para ellos. Más angustia que rabia, por decirlo de alguna manera.
Aún así, tengo que remarcar el soberbio trabajo respecto de las letras, una cuestión que no suelo comentar pero que en este caso me ha sorprendido gratamente. Las canciones te atrapan y las prestas especial atención sólo por el hecho de descubrir qué dicen y cuál es su mensaje. No todos los grupos consiguen que centres la escucha en el contenido, ya no sólo musical, y es todo un logro. Obviamente los temas acompañan y es un disco interesante, pero chocante, como ya expliqué. La primera vez que lo puse, he de reconocer que me vi algo decepcionado, pero a medida que volvía a escucharlo me gustaba algo más, y probablemente siga sucediendo de esta manera las próximas veces que lo visite.
Teniendo todo esto en cuenta, me quedo con los dos primeros temas, Entre Aires De Grandeza y Olvido; con la intensa Viernes de Nakba, La Senda Del Esclavo y el crescendo de A La Deriva. Me habría gustado que el álbum hubiera acabado con una canción con más fuerza que Wounded Knee 1890, y hay alguna canción que no me acaba de llamar como es el caso de La Voz De Los Sin Voz.
En conjunto es un disco interesante pero que supone un punto de ruptura en la trayectoria de la banda, que puede llegar a extrañar, por lo que hay que escucharle con la mente abierta y con ganas de dejarse sorprender. Una vez superado este inicial escollo, va ganado puntos con cada oportunidad que se le da. Ahora sólo queda ver si Interlude continuarán con esta nueva apuesta, o volverán a su anterior mordiente. En todo caso, aquí os dejo un enlace (oficial, de la banda) donde podéis escuchar tanto este disco como su anterior material, y echarles una mano para que sigan haciendo buena música.