Despertábamos el sábado con auténtica ansia, porque teníamos un día bien completo por delante. La primera parada, como no podía ser de otra manera fue en el escenario Caja De Burgos, en la Plaza del Trigo, donde podíamos escuchar a Jero Romero, cantante de The Sunday Drivers. Ciertamente no es música para venirse arriba, y a esas primeras horas no era lo que más nos apetecía escuchar, pero la verdad es que es música muy agradable, muy tranquila y capaz de relajar en los momentos más tensos. Aprovechando la variedad de ambientes, pudimos ver durante un rato el show de Los Chicos en el Red Bull Tour Bus, que a pesar de tener algunos problemas con el técnico de sonido lograron mover a los presentes con sus canciones de rock de corte clásico con unos toques de folk y americana muy bien integrados dentro de su sonido. Aprovechando el ambiente festivo nos acercamos a la sesión de Las Despechadas DJs, una de las más divertidas en las que me haya encontrado, con una mezcla de rollo sesentero y canciones actuales pero que beben de aquellos ritmos.
Ya metidos en harina en los conciertos de la tarde, pudimos ver en todo su esplendor a Polock, que a pesar de tener un solo disco y ser relativamente unos debutantes demostraron unas considerables tablas y dar un concierto que no sólo sonó muy bien sino que hizo honar a un primer disco que dejaba con ganas de más. Si siguen investigando y moviéndose en la dirección actual estoy seguro de que van a llegar (aún) más lejos. Llegados a este punto, cambiábamos de escenario para ver uno de los grupos con los que más íbamos a moverlo: Novedades Carminha. Mucha simpatía, buen humor, un ligero pogo en las primeras filas en un concierto que fue agotador en el buen sentido. No decepcionan y dieron al público exactamente lo que pedía: un directo arrollador para no parar de bailar y saltar a lo bruto.
Nos tomamos un ligero descanso para combatir el calor y llegar como nuevos a The Dandy Warhols, que confirmaban lo que muchos esperábamos: son un one hit wonder de libro. Se les notaba faltos de ganas, aburridos y sosos, y ni siquiera en lo que debería haber sido su momento culmen con Bohemian Like You lograron despertarnos de la apatía que desprendían. Fuel Fandango lograban transmitir más emociones y conseguir que nos motiváramos algo más aunque para mi gusto ese punto de fusión que meten en sus canciones se acentúa mucho más en directo, haciendo que suenen menos eclécticos y más tradicionales que en su material de estudio.
Mi paso por Vetusta Morla fue bastante fugaz (podríamos decir que de manera buscada) y dejé el gentío por irme a ver a Los Tiki Phantoms en familia, que daban un concierto divertido, bailable y demostrando que el rollo surfero puede llegar hasta la meseta castellana. Me encantó el detalle de los «sacrificios» entre canción y canción para animar a las chicas a subir al escenario y tirarse a la colchoneta que andaba flotando sobre el público. Sin duda saben cómo convertir su show en una fiesta. Les seguían El Columpio Asesino, una de las cabezas de cartel, un grupo que sin duda gana en directo y que me ganó por la mano tocando una versión de Vamos de The Pixies para acabar, además de dejar caer sus canciones más conocidas como Corazón Anguloso, Dime Que Nunca Lo Has Pensado, y por supuesto, Toro. Posteriormente, vi un rato de Sidonie, un concierto que empezó bastante bien pero que se alargó demasiado llegando a hacerse algo monótono y que me invitó investigar por otros escenarios y acabar viendo durante un rato a Ornamento y Delito, a los que el sonido de la carpa pequeña no les hacía justicia por completo pero dejaban verse detalles de post-punk y de influencias noventeras en un sonido algo más tradicional. Un grupo interesante para seguirle la pista. A partir de aquí empezaban las sesiones nocturnas, esta vez a cargo de Telephunken DJ Set, Independance Club DJs y Grotèsque, que se basaron en los clásicos básicos, el ABC del indie rock y dejaron un buen sabor de boca a los que no queríamos irnos a la cama.
Amanecía el domingo mientras empezábamos a sentir los estragos del festival. Aún así hicimos acopio de fuerzas para ver a Havalina, ya que sus toques de stoner y de post-hardcore, especialmente en el sonido de su bajo, son muy apreciados por estos lares. Luego, por lo visto hubo unos cuantos cambios de horario que nos descolocaron un poco, y que hicieron que los conciertos de día se alargaran más de la cuenta, al menos hasta el total vacío que supuso la final del Baloncesto Olímpico. Una grata sorpresa el inesperado concierto de Xoel López, que estuvo francamente animado y logró que todo el público cantara con él a pesar de que no se le esperara. Una vez acabaron los deportes, por arte de magia, se impuso el espíritu festivalero al olimpismo y disfrutamos de la música hasta la hora de acercarnos a los grandes conciertos. Lo primero que vimos fue a The Primitives, en un intento de revival del pop británico ochentero, pero que a pesar de los intentos de Tracy Tracy por hablar en castellano y animar el público, hay que reconocer que se les ha pasado algo el arroz y ni siquiera Crash logró levantar más que tímidos aplausos. Todo lo contrario sucedió con Maika Makovski, que enamoró al público desde el primer momento con su energía, su voz y su buen hacer. Conocía poco de ella pero lo que vi captó mi atención desde el primer momento, uno de los descubrimientos de este festival. Russian Red hacía su show habitual, correcto hasta el exceso y comedido como pocos. Si bien es cierto que es parte de sus encantos, ese refinamiento y ese aura de chica recatada, puede llegar a abusar de ello. Finalizaba con Calle 13, a los que miraba con un considerable recelo porque en mi opinión no pegan ni con cola en un festival de este tipo, a pesar de que había recibido buenas críticas de su show por parte de varios amigos. Sintiéndolo mucho, en este caso no puedo estar de acuerdo, me rompió completamente el ritmo del festival y como fin de fiesta no pudo quedar peor.
En definitiva, un evento que musicalmente puede tener sus luces y sus sombras, pero que es divertido y bien organizado como pocos. Una buena apuesta para los festivales estivales y una cita ineludible para los fans más acérrimos del indie nacional.
🙂 pero no has mencionado el concierto sorpresa de xoel lopez!
Descubrí tarde de quién era el concierto porque no conocía mucho sus discos, por eso al final no puse nada, aunque me dio rabia. La verdad que fue una agradable sorpresa y lo pasamos genial tarareando con él. Lo edito ahora mismo.