Aliment.- Holy Slap

Ya hablábamos de ellos hace unos meses, comentando lo prometedor que era su material inicial y su split con Furguson, y nos lanzamos a la piscina diciendo que podían ser uno de los pelotazos de este año. Poco tiempo después escuchábamos Holy Slap, que da título a este álbum, y Like A Vampire, que nos ponía los dientes largos sobre lo que esperar del primer LP de esta banda, y darnos cuenta de que íbamos bien encaminados con nuestras tempranas impresiones. Y es que no puede llegar en un mejor momento. En los últimos años estamos viviendo un revival gigantesco del sonido garajero y del lo-fi, lo que para muchos de nosotros es una gran noticia. Sólo hace falta mirar el cartel de los festivales de rabiosa actualidad, el resurgimiento de grupos como Thee Oh Sees y el nacimiento de otros como JEFF The Brotherhood, señales inequívocas de una segunda venida de una edad de oro de estos géneros.

En líneas generales estamos ante un disco bastante enérgico, movido y plagado de riffs pegadizos y coros motivantes. Once temas capaces de despertar a un muerto y de lograr que cualquiera se venga arriba. Una actitud despreocupada y pretendidamente chorras en las letras, una batería que no da tregua y los constantes juegos de voces se convierten en las claves de una banda que se ha encaminado claramente en una dirección que se les da muy bien y con la que es evidente que se sienten muy cómodos.

El álbum abre potentísimo con Seein’ Black y Like A Vampire, dos de las canciones menos puristas, a medio camino entre el punk de tintes poperos y el rock garajero. Till The Night Ends es algo más relajada, seguida de Holy Slap, una de las canciones con más pegada del nuevo trabajo de Aliment. Los rasgos de lo-fi más marcados afloran en temas como El Del Perro, algo más calmada pero con un fondo guitarrero difícil de obviar. Bad Blood podría pasar perfectamente por una canción de Jay Reatard o similares, corta, caótica y movida a más no poder.

La segunda mitad del disco la encabeza True Story, que alterna un principio que podría ser de una versión masculina de Best Coast, o de los Jacuzzi Boys, con descargas más propias de Ty Segall, consiguiendo una dualidad muy interesante, que se repite en Second Round, una canción que podría pertenecer al último grito de la escena británica, o al menos eso es lo que me evoca cada vez que la escucho. Friends From The Block va directa a ser coreada por el público, fácil de recordar y pegadiza y abre la última parte del disco, con Pet Love, rápida y sin complicaciones, pura diversión y movimiento, y el broche final que es Remote Control, la última explosión del disco, de las más fuertes y contundentes, cerrando un álbum con un sonido claramente delimitado, personal y consistente como pocos.

Este último tabajo de Aliment deja claro que nuestro país sigue de cerca las tendencias, y que este nuevo resurgir del rock de garaje y del lo-fi no nos va a pasar de lejos. Modas aparte, un muy buen disco, muy completo y muy divertido. Una banda nacional que espero no pase desapercibida, y que haga tanto ruido como el que hacen ellos en sus canciones. Podéis escucharlo en Spotify y comprarlo a un precio bastante razonable, ya que lo distribuye La Castanya. Mientras tanto, disfrutad de su vídeo de presentación, con Holy Slap. Impagables los ojos llorosos de los miembros de la banda después de una sesión bastante completa por los bares.

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Una respuesta a Aliment.- Holy Slap

  1. Attassa dijo:

    Da gusto esta descripción! Ahora me han dado ganas de escuchar el disco entero. Todo lo que sé de los grupos catalanes es gracias a este blog! xD

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