Me alegro de haber tardado en escribir esta reseña por dos razones: la primera para poder ser objetivo frente a un grupo que ha cambiado por completo de estilo, y la segunda para informarme de un aspecto con el que se ha vendido su lanzamiento.
Hola A Todo El Mundo (en adelante HATEM) eran ese grupo inocente, con pintas de neo-hippies, con canciones alegres, misteriosas, que usaban multitud de instrumentos y con un sonido identificable dentro del indie nacional, pero con toques de folk y de la new wave; muy interesante, único y original. En 2012 cambió la formación del grupo, quedando fuera de la ecuación el violín, lo que ya daba a entender que el toque tradicional y juguetón que daba este instrumento iba a desaparecer.
Ultraviolet Catastrophe, por sentar las bases desde el primer momento, es un disco de indie electrónico, con un peso importantísimo de los sintetizadores. El cambio de registro es total, aunque se mantienen algunos de los pilares del sonido del grupo como el juego de voces o el estilo de las letras (de las que hablaré posteriormente), pero han perdido la mayor parte de su identidad originaria para convertirse en una banda similar a Hot Chip, M83, Chromatics y similares, adoptando una corriente que está bastante de moda, y perdiendo parte de su gracia y frescura inicial.
No quiero tampoco sonar alarmista ni que se me malinterprete, no estamos ante un mal disco, no es un despropósito, si no que escuchándolo tienes una cierta sensación de «esto ya se hizo» que para quienes apreciábamos la originalidad de sus anteriores trabajos puede llegar a ser frustrante. La cuestión de las letras es curiosa, ya que se vendieron como diez partes de un poema de un tal Roy Tiger Milton, un poeta maldito desconocido con una obra fugaz, del cual sólo aparece en la red una página oficial francamente cutre que nos transporta a principios de los 90, indicando que esta referencia puede ser una triquiñuela comercial, o una bonita excusa del grupo para justificar sus letras en inglés. No estoy a favor de este tipo de estratagemas, aunque puedan parecerme graciosas, pero un disco debería venderse por su música y sus letras por su significado, independientemente del origen de éstas. Me hace sospechar el hecho de que sean una de las pocas cosas que no han cambiado, manteniendo su estilo onírico, aparentemente alegres e inocentes pero con un cierto trasfondo oscuro e inquietante; una característica que sigue siendo bastante disfrutable y que permanece después del lavado de cara de HATEM.
Aún con esa traición a sus primeros trabajos que supone este Ultraviolet Catastrophe, podemos destacar las canciones que más merecen la pena de un disco que, reitero, no es en asboluto malo, si no distinto y algo tópico, demasiado en la corriente de la música actual. Me quedo con el más que posible hit They Won’t Let Me Grow, la bailable And A Man Just Howls o la soñadora I’ll Return Over Gloria, con la que se cierra el disco. Un álbum que probablemente les traiga éxito y proyección internacional, pero que ha perdido la personalidad que caracterizaba a una de las bandas más originales del panorama nacional.