Hoy la cosa va de lo-fi y garage. La música no está exenta de tendencias y por ello de vez en cuando te encuentras con una explosión tremenda de géneros musicales menores, olvidados, o al menos desconocidos al gran público. Éste ha sido el caso del lo-fi y el garage, siempre separados por una finísima línea que la mayor parte de las bandas no dudan en cruzar. El salto a la palestra de Wavves, Ty Segall tomando el relevo del tristemente fallecido Jay Reatard, películas como Dragonslayer… una buena cantidad de circunstancias que nos han dado muchas alegrías en 2012.
En España hemos tenido muy buenos exponentes, con grupos como Aliment, Juanita y Los Feos y apuestas de Discos Humeantes como Fantasmage y Sierra Leona (de los cuales ya hablamos) y bandas que están subiendo como la espuma como es el caso de Terrier. En todo caso, en esta ocasión nos vamos a fijar en el panorama internacional, así que, sin más preámbulos, una rápida selección de lo que más relevancia ha tenido en 2012 respecto de estos géneros:
Thee Oh Sees.- Putrifiers II
Unos míticos de este sonido que vuelven para revalidar su título. Y vaya si lo consiguen. Siempre logran dar una vuelta de tuerca a su estilo, y en este caso las canciones suenan más curradas y usuales en cuanto a estructura, y menos a tonadilla movida y divertida (sin ser esto negativo, era el caso de Ruby Go Home y es de mis canciones favoritas de la banda). Se ven cortes mucho más serios y tradicionales, acompañados por las típicas locuras y explosiones enérgicas que tanto nos gustan a los seguidores del lo-fi y el garage. Introducen elementos psicodélicos y algunas sorpresas como violines (sinceramente, me quedé a cuadros la primera vez que lo escuché). El resultado es un disco sorprendente, muy entretenido y que corrobora que estamos ante una banda comprometida consigo misma, con ganas de seguir explorando los límites de su creatividad y con muchas posibilidades de seguir ostentando (o al menos, manteniendo) el trono.
Ty Segall
Un claro caso de músico incansable. Este año ha sacado tres discos, uno en solitario (Twins) otro con Ty Segall Band (Slaughterhouse) y un tercero con Ty Segall and White Fence (Hair). A pesar de la vocación de trabajar que sin duda tiene, el sonido de estas bandas es bastante parecido con algunas diferencias que luego habrá que resaltar, y es lo más parecido a la música que hacía Jay Reatard, que curiosamente también era conocido por ser muy prolífico y por estar a la vez en muchos grupos. Esta comparación, aunque como todas, pueda llegar a ser odiosa, es bastante cercana a la realidad, y es que a nivel internacional podemos estar ante el máximo exponente del garage.
Twins es el álbum que le pondrías a alguien si le quisieras explicar qué es el rock garajero y cómo suena. Reúne todas las claves del estilo, es como un manual hecho disco, pero no por ello es frío, si no que se ve que está hecho por alguien que disfruta tocando y capaz de dar frescura a los básicos. Es energía, es diversión, es pasarlo bien sin darse importancia pero siendo consciente de lo que haces. Slaughterhouse, en cambio, es el lado más oscuro e inaccesible de este género. Es ruido, es confusión, caos y agresividad. Completamente la otra cara de la moneda, la cara oculta de un Ty Segall polifacético y con mucho que mostrar, con ganas de sacar a relucir lo más raro y rebuscado que hay en él. Hair, por último, es una combinación de ambas partes, en un álbum split a medias con White Fence, otros clásicos de este estilo musical, un repaso de pies a cabeza de todo lo que hay que saber del garage por dos enormes talentos que unen fuerzas. Ahora ya está en vuestras manos escoger qué escuchar primero, pero está claro que no podéis perderos el material de uno de los artistas con más pegada de 2012.
Best Coast.- The Only Place
De todos los presentes en esta entrega, es el que menos se encuadra en estos géneros. La banda de Bethany Cosentino huye del lo-fi para caer en un indie pop más complaciente, y por qué no decirlo, más comercial. Y no les acaba de sentar bien el cambio. Crazy For You era un disco bonito, sincero, ñoño pero con encanto. Su sonido no estaba demasiado depurado y esa sensación de dejadez y sentimiento kistch sólo conseguían que te gustasen más y más. Lamentablemente todo eso no se ve en The Only Place. El grupo se esfuerza por sonar bien, siguiendo la línea anterior en los demás aspectos, pero se les ve el plumero, se nota que es una estrategia pensada y no algo que haya salido de ellos porque así es su música. Es agradable escuchar sus canciones, en pequeñas dosis, sobre todo por lo bonita que es la voz de la solista, pero como disco completo es aburrido y se nota todo demasiado forzado. Una lástima, la verdad, pero en este caso traicionar a tu propio sonido ha tenido un precio bastante alto.
JEFF The Brotherhood.- Hypnotic Nights
Una auténtica sorpresa el segundo disco de esta banda. Ya el single, Sixpack, me dejó con la boca abierta y es que han demostrado que piensan dar guerra durante mucho tiempo. Ya su primer álbum, de 2011, apuntaba maneras y con su nuevo material no hacen más que corroborar todo lo que se veía en sus inicios: canciones fáciles de escuchar, pegadizas, coreables y accesibles, pero con todas las características que podemos esperar de un grupo de este tipo, con una base de guitarras distorsionadas y sonido sucio siempre presente, pero introduciendo elementos de innovación como sintetizadores y en algunos casos saxofón, que dan variedad y originalidad a once cortes con una capacidad de sorprender enorme; posiblemente el disco más sencillo de todos los presentes en este artículo y el que más recomendaría a cualquiera que quiera introducirse en este género.