Fue una considerable alegría saber que venían Toundra a Valladolid, especialmente después de escuchar el último disco, para poder comprobar qué tal sonaba en directo. Pero fue aún mejor saber que no sólo iba a ser un concierto a la usanza, si no un evento dedicado al post-rock y a la mezcla de éste con otros géneros, ya que Notedetengas, los organizadores de la velada, sumaron al cartel a TourmaleT y a Movimientos Invisibles del Sol. Tres bandas para un festival que pretendía dejar la ciudad como un desierto helado después de su paso.
Comenzaron la noche Movimientos Invisibles del Sol , debutantes y jugando en casa. Visiblemente motivados, expusieron su post-metal, en la línea de Russian Circles. Una buena elección para abrir los conciertos porque desprendieron mucha energía y sonaban realmente bien. Una nueva banda vallisoletana a seguir la pista y que, aunque ya tienen conciertos a sus espaldas, supo codearse con mucha soltura en un evento en el que había mucho nivel. Para los curiosos, podéis escuchar su canciones en su espacio de Soundcloud.
Los siguientes eran TourmaleT, la única banda del festival que contaba con voz, a los que ya conocía por su participación en el Red Bull Tour Bus en la edición del Sonorama de este año, aunque no les pude ver tan bien como en esta ocasión, y me arrepiento de haber tardado en saber de ellos en profundidad. Presentan su disco debut, Altimetry, con un sonido que aglutina elementos de post-rock, pero también algo de noise y post-hardcore, en una mezcla que cobra mucha fuerza en directo. Lograron mantener caldeado el ambiente, el público que ya estaba considerablemente entusiasmado no dudó en dar su aprobación a un grupo que tocó con muchas ganas y que consiguió despertar el interés de los que no los conocieran, y reavivarlo en aquellos que habíamos oído algo de ellos fugazmente. En todo caso, recomiendo que os paséis por su Bandcamp y esuchéis su nuevo disco, ya que el precio lo ponéis vosotros.
A pesar de haber disfrutado mucho con las primeras bandas, había ganas de escuchar el plato fuerte de la noche. Toundra aparecían en el escenario entre aplausos, e inmediatamente comenzaban su espectáculo con una fuerza arrolladora, mientras el público disfrutaba con los primeros compases de Ara Caeli. Si ya en sus discos de estudio se puede intuir su calidad técnica considerable, es espectacular verlos en directo. Los temas ganan mucho y la intensidad de sus canciones se hace más evidente que nunca. Presentaron cortes de su último disco, (III), como Marte (Mars), una de mis favoritas de éste; y las intercalaron con ya material anterior como Zanzíbar, Bajamar o Medusa. A pesar de que todo el evento fue bastante fiel a su horario, se les permitió tocar un rato más dadas las ganas del público de escuchar más de la banda. Se hicieron querer y lograron motivar a los presentes, que ya con los anteriores grupos habían demostrado estar muy metidos en el festival. Prácticamente una hora de concierto que dio mucho de sí y demostró el por qué de la buena fama del directo de estos madrileños.
Una noche muy completa y realmente intensa. Los asistentes salimos agotados pero bastante entusiasmados con lo que habíamos visto y oído. Una iniciativa que ojalá se repita en sucesivas ediciones. Desde aquí, agradecer a Notedetengas sus ganas y fuerza de voluntad a la hora de organizar eventos y felicitarles por el éxito de asistencia de este Ocaso Glaciar. Sin duda uno de los acontecimientos musicales de Valladolid de este año.