Los Diarios del Hipster (Parte VI)

Este blog siempre se ha caracterizado por tener siempre un ojo puesta en la escena del punk y estilos afines (hardcore, post-hardcore, screamo y derivados) y a pesar de que suele ser la asignatura que más llevamos al día siempre hay material que se queda por el camino, en este caso cuatro álbumes bastante dispares a pesar de estar englobados en una misma corriente común. En algunos de estos casos, géneros que han perdido fuelle y que siguen teniendo algo de relevancia gracias a grupos que se molestan en mantener vivo un sonido que nos ha dado muchas alegrías. Sin más preámbulos, Suis La Lune, Sore Eyelids, Basement y Trash Talk.

Suis La Lunes.- Riala

Suis la Lune RialaSuis La Lune ya nos habían enganchado con un debut fantástico y con un Ep de sólo dos canciones pero que acabó de convencer a todos los que gustamos de escuchar screamo. Por eso agradecimos tanto la salida de Riala, en un panorama en el que la mayor parte de las bandas de este movimiento se van acercando al post-rock. Aunque también es cierto que este disco tiene poco de purista, porque algún toque de emo y shoegaze tiene, está en un punto medio del screamo cada vez más descafeinado de The Saddest Landscape y la absoluta pureza de Loma Prieta. Desde el principio desvela las claves del género con un sonido directo, visceral y tremendamente intenso. Cornea es una declaración de intenciones en toda regla e incluso canciones aparentemente más tranquilas como All That Meant Something tienen un contenido emocional considerable, con una voz que suena sincera y descarnada en todos los cortes. Y aunque ya no signifique tanto como antes decir que éste sea probablemente el mejor disco de screamo del año, seguramente sea así.

 

Sore Eyelids

Sore EyelidsDesde Suecia nos llega el debut de esta más que interesante banda, que cuenta curiosamente con miembros de Suis La Lune, de los que acabamos de hablar. Sin embargo las diferencias a nivel musical entre un grupo y otro son considerables. Una dosis de emo noventero y shoegaze a partes iguales, no podía ser de otra manera si tenemos en cuenta que el nombre del grupo proviene de la mítica banda The Pine. Los efectos de la voz remiten a la tendencia marcada por My Bloody Valentine y los ritmos se asemejan a Mineral, influencias que casan muy bien y que se complementan para conformar un disco muy interesante y bastante atípico en los últimos tiempos. Ya sea con la formación de Suis La Lune o de Sore Eyelids, han logrado brillar este año y sacar dos discos que realmente merecen la pena. Podéis descargaros este disco aquí.

 

Basement.- Colourmeinkindness

Basement ColourmeinkindnessHace no mucho hablábamos de Title Fight y su segundo disco, Floral Green, y como aunque tenía ideas interesantes había aspectos que no estaban del todo pulidos; y Basement son una banda que comparte muchos aspectos con ellos, pero me parece que su segundo disco está mucho más definido y tienen mucho más claro a qué tipo de sonido aspiran. A sus toques de punk juvenil con un poco de emo de la década pasada se unen algunos aspectos del post-grunge, sonando en algunos momentos como Our Lady Peace pero más rápidos y contundentes, construyendo su propio estilo que sin duda es deudor y a la vez homenaje de la música de los 90. Una mezcla muy acertada y que les sienta muy bien, mostrándose muy consistente a lo largo de los 10 cortes de este Colourmeinkindness, muy accesible y fácil de escuchar para quien guste mínimamente de cualquiera de los géneros mencionados. Probablemente no pase a la historia, pero tampoco debería perderse en el olvido, sobre todo porque la banda ha anunciado que se van a tomar un descanso indefinido, así que puede ser lo último que oigamos de ellos.

 

Trash Talk.- 119

ttc_119_cd_4PAN1T1PKSTC_mock1Normalmente me gusta hablar de mezclas de estilos y de influencias, pero en este caso estamos ante un disco bastante purista. Un disco de hardcore a la vieja usanza, algo que últimamente es difícil de encontrar. Habrá quien diga que su primer disco, Eyes and Nines, era mucho más cercano a la esencia ochentera que deberían desprender los grupos de este estilo, más potente, rápido y brutal; pero 119 a la hora de la verdad no se aleja demasiado del camino, siendo en igual medida un grandísimo chute de energía a través de temas cortos y devastadores. Unos auténticos portadores de la antorcha, de las pocas bandas que quedan tan fieles a este sonido, y que además han conseguido en un tiempo récord una enorme aceptación, participando en festivales tan dispares y a la vez tan imporantes como el Groezrock o el Primavera Sound. Uno de los discos del año para liberar energía con canciones como F.E.B.N o Reasons.

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