Los Diarios del Hipster (Parte VII)

Se acaba el plazo y cada día parece que surgen más discos de los que hay que hablar, sobre todo viendo las listas que ya pululan por todo tipo de páginas. Sin embargo, hay que ser fuertes, no sucumbir a la corriente de la mayoría y valorar cada cosa en su justa medida. O al menos, intentarlo. Hoy la temática va a ser lanzamientos y, sobre todo, descubrimientos tardíos, pero que tienen la capacidad de enganchar y de conseguir que surjan las ganas de abalanzarse sobre un teclado y darlos a conocer a los cuatro vientos. Hoy, Titus Andronicus, Not On Tour, Merchandise y King Tuff.

Titus Andronicus.- Local Business

Titus Andronicus Local BusinessEstá claro que este grupo no es la reina del baile, ni siquiera la dama de honor. Al principio nadie quiere ser su pareja pero pasados unos años te das cuenta de que lo ha hecho mucho mejor que otros que acapararon más la atención. Discos como The Monitor o The Airing Of Grievances perduran más en mi memoria que álbumes que me impresionaron más en un inicio y que rápidamente fueron al vertedero del olvido. Local Business ha llegado sin hacer mucho ruido a finales de Octubre pero está aquí para quedarse. Ya pudimos escuchar algunos de sus temas en el Mixtape que sacó la banda como promoción y la verdad es que había ganas de tenerlo completo. Los primera mitad, aproximadamente,de su nuevo trabajo se mantiene fiel a la estructura clásica de la banda: punk muy rockero y mucho post-hardcore para canciones muy competentes y que recuerdan a la última línea de Fucked Up. El grupo demuestra que tiene una capacidad de aceleración que ya quisieran para sí muchos coches de carreras y consigue unos altibajos espectaculares, una de sus características más definitorias. La segunda mitad es más tranquila, culminando con una canción de más de 9 minutos que a pesar de su calma no logra hacerse aburrida, y aunque personalmente prefiero a los Titus Andronicus más enérgicos no me parece que estos cortes desmerezcan el conjunto. Así que, no queda otra que volver a hacer mención de The Monitor y exclamar Titus Andronicus Forever.

 

Not On Tour.- All The Time

Not On Tour All The TimeEste disco es difícil que desagrade a nadie, por lo fácil que se hace de escuchar y por la energía que desprende y contagia. Punk rock muy popero con voz femenina, directo, sencillo, fresco y divertido. Es imposible no animarse escuchándolo y los ecos que trae de bandas como Golliwog, The Fight o Bikini Kill nunca están de más. Canciones pegadizas y cortas, sin pretensiones, con buenas dosis de sentido del humor, sin inventar nada y con conciencia de estar haciendo algo entretenido pero con calidad. Siempre hay que tener a la vista discos de este estilo para cuando toque subir el ánimo o motivarse de cualquier manera. Así que no perdáis ni un segundo y escuchadlo en su Bandcamp, una apuesta segura para moverlo.

 

Merchandise.- Children of Desire

Merchandise.- Children Of DesireMerchandise siempre han sido difíciles de definir, siendo una de sus grandes virtudes. No acabas de saber con qué te vas a encontrar y Children of Desire no es la excepción. Incluso los cimientos de su sonido son una aleación de estilos que se interrelacionan de manera completamente fluida: shoegaze, post-punk, new wave, noise rock… pop underground único y personal con un sonido a caballo entre los 80 y los 90, un estilo que aunque no sea tendencia actualmente, logre llamar la atención y tener calidad como para haberse colado en más de una lista de lo mejor del año, a pesar de no ser la banda demasiado conocida, aunque tenga una reputación a prueba de balas. Es curioso que el disco tiene pocos cortes, tan sólo seis, dos de ellos de más de diez minutos, y en general duraciones bastante dispares, sin que suenen forzados ni en las canciones cortas ni en las largas. Una versatilidad rara de ver para un álbum por el que merece la pena dejarse sorprender.

 

King Tuff

King TuffSin duda 2012 ha sido un año más que fructífero para el lo-fi y el garage, y este segundo álbum de King Tuff es prueba de ello. Muy en la línea de Wavves, tanto en su sonido como en sus letras y su música, pero con unos toques de folk y psicodelia (freak folk, si nos ponemos más técnicos) más marcados y que lo hacen muy intersante. Tonadillas sencillas pero bien pensadas, sober una constante base de guitarras muy trabajada, y la voz de Kyle Thomas, que le queda como un guante. Pegadizas, ingenuas y lo suficientemente intrascendentes como para divertir y agradar, en el que ninguna canción decepciona, a cambio de que no haya cortes que brillen especialmente más que los demás, no hay altibajos y el material que se nos presenta es consistente y consecuente con su estilo. Un disco que puede apetecer escucharlo en cualquier momento y que demuestra la buena salud de un género que tiene mucho que aportar.

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