Tienen labrada una reputación de raros e irreverentes desde el principio, que sin duda casa muy bien con ellos, es su estado natural, bizarros y marcianos en todo momento. Saben mezclar lo moderno con lo costumbrista, la actualidad con la tradición y la seriedad con lo gamberro. Saben que no hay nada que impacte más que una buena sátira, y si ya estaban acostumbrados a reírse de todo, ésta es la prueba definitiva. El vídeo de presentación de El Político Neoliberal, single de este nuevo álbum, ha logrado acaparar la atención de las redes sociales y ganarse simpatías  por su humor y por su mala leche, aunque sin duda también ha despertado a una legión de detractores, pero Pony Bravo saben que es bueno que se hable de ti, aunque sea para bien.

De Palmas y Cacería es una crítica mordaz y sin pelos en la lengua de la actualidad política tanto de España como del mundo, disfrazado de chistes y de estribillos fáciles, una manera de aliviar un poco la rojez tras la sonora bofetada que supone este disco. Descontento y protesta disfrazado de frivolidad y diversión, con un fondo más serio de lo que puede parecer en un primer vistazo.

Sin embargo, no hay que quedarse tan sólo con lo que expresa el álbum en cuanto a letras y temática, si no que la banda demuestra su amplio repertorio y sus dotes camaleónicas. Debajo del usual fondo de blues, rock y psicodelia introducen algunos elementos de mestizaje, notas arábicas, ritmos fronterizos e incluso irónicas notas discotequeras, siempre obedeciendo al tema que trate la canción, convirtiéndose cada corte en una pequeña historia. Este ansia experimental y esta relación única e irrompible entre continente y contenido es el punto más fuerte de De Palmas y Cacería, y lo que le hace único a la vez que atractivo.

El disco comienza con una canción que enlaza a la perfección con su estilo y trayectoria, Turista Ven A Sevilla, con un deje amargo y oscuro, transmitiendo esos sentimientos encontrados de los que habla este inicio. El Político Neoliberal tiene aspiraciones de hit, de ser el gran momento de cada concierto, y sabe vender a la banda por lo que vale. Con Cheney se atreven a usar tonadillas que homenajean los western clásicos, a la que sigue Mi DNI, que no es una canción en un sentido estricto, si no más bien un interludio ayudado por momentos instrumentales. Aún así es difícil no escucharla entera para ir viendo cómo se desarrolla la conversación, y todo lo que esconde. El tono acusador del disco se modera en Guajira de Hawaii, el tema más relajado  y que más enlaza con las raíces de Pony Bravo. Eurovegas vuelve a animar el ritmo, haciendo uso de la famosa frase y del tirón magnético y morboso de la ciudad del pecado (o su versión española, en este caso), y da paso a Zambra de Guantánamo, que saca a relucir la parte más andaluza del grupo, sin dejar de lado la crítica social y un fondo bluesero. Rematan la faena Ibitza, una especie de refrito de los infames Locomía, un experimento con más cachondeo que otra cosa, y El Mundo Se Enfrenta A Grandes Peligros, la conclusión lógica, la más psicodélica y con un estilo a caballo entre un tema de rock añejo y el fuzz más actual.

Está claro que es un disco destinado al presente, del momento. Hay canciones que sirven para el aquí y ahora, y otras que formarán parte de las más destacadas de la discografía del grupo, y aunque abunden más las primeras, no se puede reprochar el esfuerzo de la banda por presentar un álbum actual, a su manera comprometido, y ácido sin dejar de ser divertido. Podéis descargar De Palmas y Cacería gratuitamente aquí, en la página oficial de Pony Bravo, y dejad que os soprendan con su humor e inventiva.