A la espera de que tome forma el próximo disco de los incansables Betunizer, los cuales ya se encuentran en un estudio grabando, uno de sus componentes, José Guerrero, también conocido por su trabajo en Jupiter Lion y La Orquesta del Caballo Ganador, decidió juntarse con otros nombres de peso para un nuevo proyecto Cuello. Nada más y nada menos que Nick Perry (miembro de, entre otros, Tucán, una de las revelaciones de 2012), Ubaldo Fambuena (Los Tracahombres) y el polifacético Óscar Mezquita (Derrota, Zanussi). Una superbanda con cuatro componentes de estilos e influencias muy diversas que convergen en un punto, Cuello.
Sólo con los nombres anteriores es imposible no pensar en que el disco en cuestión va a ser, cuanto menos, particular. Tanto Betunizer como Tucán son dos grupos con una natural tendencia a lo bizarro, a descolocar tanto por su música como por sus letras. Cuello está en esta misma línea, pero no es más de lo mismo: sabe innovar dentro de su género, y sabe sorprender a aquellos atraídos por las bandas de origen de sus componentes.
Lo primero que llama la atención de Mi Brazo Que Te Sobre es su luminosidad, derrocha optimismo, algo raro en un disco con una base tan afincada en el post-hardcore, aunque también tiene sus gotas de punk rock y lo-fi. Es realmente complicado que sobre ritmos tan intrincados y complejos no impere una atmósfera agobiante, y que los momentos más enérgicos no suenen rabiosos. Cuello logra dar una sensación general de alegría, dotar de un aura festiva a un género en el que esto es bastante poco frecuente.
De esta manera, el principio del álbum es arrollador: los tres primeros cortes, Trazo Fino, Estudiándote y Te Veo Sin Valorarte ponen toda la carne en el asador, no dejan respiro y muestran la potencia y capacidad refrescante de la banda. Esto mismo se ve en dos de las canciones con ritmos más similares a Betunizer, Mosquetero Débil Cisne y La Ecografía De Tu Morbo, que a pesar de partir de una base similar, la sensación para quien lo oye es completamente distinta, mucho más luminosa y vivaz. Es muy curioso ver como dos grupos hermanos pueden lograr estar tan separados y diferenciados. Por otra parte, los temas más calmados, como pueden ser Tu Bilis Confiesa, Visado de Reina o En Intriga Te Gano saben desarrollar una línea tranquila dentro del estilo general de Cuello, más sencillas y directas pero también vibrantes y llenas de vida. Siguiendo con esta tónica pero buscando más la diversión está La Terraza Del Amor, el corte más convencional de este trabajo y posiblemente el que más sabe transmitir la extraña alegría que emana todo el álbum. El disco continúa con Fácil Pensé, que posee unos minutos finales instrumentales muy curiosos en los que la banda desarrolla y varía el ritmo imperante en la primera parte de la canción; y pone el cierre La Verdad, que tiene un deje lo-fi que aunque no es la única vez que aparece, sí es el momento en el que más se hace notar, para posteriormente romper en un estribillo pegadizo y totalmente coreable, con una fuerte inclinación al directo.
Hay que reconocer que no es un disco fácil, tiene un estilo muy particular y capaz de confundir a oídos poco acostumbrados al género, pero sin duda es una propuesta atrevida y que da fe de la versatilidad de unos músicos que siempre tienen un as bajo la manga. Mi Brazo Que te Sobre sabe sorprender e interesar a partes iguales, y deja claro que los proyectos al margen de la banda principal muchas veces pueden llegar a eclipsarla. Puede escucharse entero tanto en Spotify como aquí, en su Bandcamp.