Como todo primer día de festival el jueves empezaba sin dejar un minuto de descanso. El Parc del Fórum abría sus puertas, con conciertos bien llamativos desde su inicio. Tocaba ya una decisión difícil: ¿L’Hereu Escampa o Wild Nothing? A pesar de que ambos han sacado material interesante en el último mes, nos decidimos por los primeros, para disfrutar de su energía y comprobar qué tal suena Llamp de Déu en directo. Un claro show de presentación de su nuevo álbum, y aunque se echaron en falta algunos temas más de su primer EP, sonaron realmente bien y congregaron a una audiencia considerable, teniendo en cuenta lo temprano que tenían que tocar. Cruzábamos a escasos metros para ver a Woods, con su indie folk y la delicadeza de la voz de Jeremy Earl y el bajo potente de Kevin Morby. Se permitieron el lujo de alargar hasta quince minutos alguna de sus canciones, y la verdad es que probaron ser más interesantes y completos en vivo que en sus álbumes. Toda una sorpresa, una banda tan curiosa como original, que supohacer crecer en los asistentes al concierto un renovado interés en su discografía.
¿Metz o Tame Impala? En este caso los elegidos fueron los segundos, donde comprobamos la tremenda cantidad de gente que había atraído el festival este año. El escenario Heineken estaba a rebosar, y la banda australiana dio un concierto completo, demostrando su habilidad y calidad técnica a los instrumentos, pero con algo menos de garra de lo esperado, ya que pocas canciones aparte de Elephant lograron mover al público masivo al que se enfrentaban. También fue curioso ver el montaje audiovisual que prepararon, que efectivamente pegaba con el estilo algo psicodélico de la banda, pero podría haber pasado perfectamente por el mítico screensaver de cualquier reproductor de música. Un detalle simpático para un show entretenido y que sonó muy bien, aunque pecó de algo frío, algo que debe ir de la mano con la personalidad tímida de Kevin Parker.
No había duda posible en quién ver después, ya que el escenario Primavera estaba listo para el paso de los incombustibles Dinosaur Jr, que aparecían sin Murph a la batería, y sin dar explicaciones de su ausencia. Siempre caben quejas sobre su setlist, o sobre la manía de J Mascis de no afinar su guitarra, pero hay que reconocer que saben dar directos potentes y cargados de calidad. Combinaron canciones nuevas como Watch The Corners con otras más clásicas como Feel The Pain, Freak Scene o Start Choppin’. Se atrevieron incluso con un cover de The Cure, Just Like Heaven, y con un tema de la banda de hardcore de J Mascis y Lou Barlow, Deep Wound. El final fue cuanto menos curioso, con Damian Abraham de Fucked Up tomando el escenario y haciendo conjuntamente una versión de Chunks, otra canción de hardcore de Last Rites. Este tipo de cosas dan un punto original al espectáculo, pero dado que sólo tenían una hora para tocar, hubiera sido mejor ceñirse a su discografía, porque se echaron en falta hits como The Wagon o Puke + Cry.
Después de un pequeño descanso, vimos con calma a Deerhunter, que abarrotaron el escenario Ray-Ban de manera espectacular, y pusieron a prueba si su recién estrenado Monomania es carne de directo, ya que prácticamente todo lo que tocaron fue de este álbum, con pequeñas referencias a Halcyon Digest y a Microcastle/Weird Era Cont. Un directo con fuerza, un Bradford Cox misterioso, tétrico y sugerente, con la suficiente potencia para convencer, a pesar de dejar algo colgados a los fans con más solera de la banda. Sin tiempo para pensar, corrimos para ver el inicio de Menomena, todo un torrente de buen humor, buscando la complicidad del público en todo momento, especialmente con Plumage. Queda claro su dominio de las pausas y la diversión que saben transmitir a través de su actuación. No los vimos completos por ver parte del concierto de Fucked Up. Un espectáculo cuanto menos curioso, mezcla de agresividad y amabilidad, con Damian Abraham implicado con el público en todo momento, mientras la banda toca a su aire ritmos mucho más tranquilos (aunque sin salirse de un punk rock tangente con el inde más movido). Tienen un cierto aire autoparódico, pero no dejan de ser únicos en su especie, y de los pocos que han conseguido una mezcla tan heterogénea como efectiva.
Llegamos a tiempo para ver empezar el concierto de Phoenix. La banda de Thomas Mars entraba por todo lo alto con Entertainment, su nuevo single, y dando un somero repaso a las canciones más populares de sus últimos discos, dejando algo de lado las primeras etapas de su trayectoria. El más favorecido por el setlist fue obviamente Wolfgang Amadeus Phoenix, su mayor éxito a día de hoy, del que tocaron gran parte, y también haciendo una suerte de medleys con temas de Bankrupt! Un directo bastante espectacular y cercano al rock de estadio (confetti incluído), que culminó con un bis en el que cupo una versión acústica, y la presencia de Dinosaur Jr haciendo su cover de Entertainment. La banda francesa se despidió por todo lo alto, como unos de los grandes triunfadores de la noche, y dejando claro que a pesar de su estilo refinado son capaces de protagonizar un show animado y que deje al público con ganas de más.
Para acabar la noche (algunos) nos dirigimos al escenario Primavera de nuevo para ver qué tenían que ofrecer Animal Collective. El directo de estos, como su música, no está exento de particularidades, y aunque supieron combinar bien canciones de su último trabajo Centipede Hz con algunas concesiones a Feels o Merriweather Post Pavillion; la experiencia puede ser demasiado experimental para última hora de la noche. Presentaciones excesivamente largas de cada tema y muchos intermedios, que causaron que el concierto pudiera perder interés, a pesar de contar con la energía de Today’s Supernatural o el gran final con The Purple Bottle. La banda de Avey Tare y Panda Bear no supo del todo dar un show acorde a la hora y que sirviera de cierre, logrando que los asistentes dejaran allí la poca energía que les quedaba.
Un día más que repleto, con algunos conciertos que se quedaron en el tintero y que ojalá disfrutemos de una nueva ocasión para verlos (Bob Mould, Hot Snakes, Wild Nothing…) y que dio paso a la segunda jornada, que contaba nada más y nada menos que con los carismáticos Blur como plato fuerte; y que, con suerte, podréis leerlo mañana en la crónica del viernes.