Desde hace un par de años, pero especialmente después del rotundo éxito de la edición de 2012, uno de los festivales que más ruido ha causado en España ha sido el Arenal Sound. La afluencia masiva de público con gustos absolutamente diversos y con una oferta tanto de grupos como de planes más que amplia ha conseguido formar un modelo de negocio tan curioso como efectivo. Ésta ha sido una de las razones por las que desde Frog The World decidimos acercarnos a Burriana a pasar calor y ver a grupos tan interesantes el panorama tanto nacional como internacional, desde La Bien Querida hasta Is Tropical, así como una selección de DJs más que curiosa.
El inicio del festival tanto el martes como el miércoles, a pesar de no ser los días grandes, estaba plagado de bandas nacionales, y de esta manera pudimos acudir al concierto de Second y al de Grises. Los primeros adelantaban algo de su reciente nuevo disco y los segundos presentaban No Se Alarme Señora, Soy Soviético, poniéndole bastantes ganas, pero en algún rato rozando lo ridículo en los momentos en que Amancay Gaztañaga intentaba poner el toque sexy a la actuación. Sin embargo eso no empaña que sean uno de los grupos de indie bailongo más divertido del panorama nacional.
El jueves ya comenzaban a pasearse por el cartel nombres grandes y con tirón. Nuestra noche comenzaba con White Lies. Con Big TV salido del horno, lograron hacer funcionar su mezcla a partes iguales de indie rock y post punk. Un concierto con la pompa y circunstancia que caracteriza a estas bandas (un rato después, Editors volvieron a demostrarlo) pero interesante y disfrutable, con algunos de los grandes éxitos de aquel considerable bombazo que fue Ritual, y de To Lose My Life... Los siguientes, los valencianos La Habitación Roja, jugaban en casa y demostraban su solera con un directo que a pesar de los grupos con los que compartían la velada, en absoluto les quedaba grande. Unos clásicos de la escena alternativa española, que con canciones como Annapurna o Indestructibles saben llevarse de calle al público, algo que llevan haciendo ya unos cuantos años sin que el tiempo pase por ellos.
Si la noche empezó con White Lies, continuaba con una banda hermanada por las similitudes existenetes con ella, Editors. Aún más sobrios y comedidos que sus compatriotas y compañeros de estilo, son capaces de dar un gran espectáculo sin romper esa máscara de frialdad. Imposible no disfrutar de temas como Munich, Papillon o Blood, y consiguiendo que los presentes se olvidaran de lo difícil que es para estas bandas vivir bajo la constante y alargada sombra de Interpol o incluso Joy Division, especialmente cuando sus últimos discos han perdido algo de fuerza, denotando un cierto desgaste de la banda.
La velada tomaba un giro hacia lo más comercial con el show de Steve Aoki. Porque en realidad es eso, un show. Se sube a la mesa de mezclas, tira tartas, se lanza en una barca hinchable al respetable, grita mucho y es todo un personaje público, pero en cuanto a música, poca cosa. Es de suponer que para sus fans ese comportamiento de cara al público será divertido y algo que buscan ver, pero no dice nada de su habilidad para DJ y se acaba quedando en la pura anécdota. Por el contrario, el cierre de esta segunda jornada lo pusieron SquarElectric, un dúo belga de DJ y batería que dejaron toda la carne en el asador con sus remezclas imposibles (desde dubstep hasta Elvis Crespo, en unos remixes con bastante humor), que a pesar de no ser tan conocidos se esforzaron mucho más por hacer de su sesión algo más único.
El viernes abría con The Whip, que llevan desde 2006 con su indie electrónico con un punto discotequero. Le pusieron muchas ganas y a pesar de no ser uno de los pesos pesados del festival congregaron a una considerable cantidad de gente al son de Divebomb y Trash, entre otras. Su presencia en muchos festivales este verano ha sido notable, y con directos como éste es fácil cogerles el gustillo. Is Tropical eran los siguientes, con un concierto más calmado y menos bailable, pero no menos interesante. Su último disco suena muy bien en vivo, y canciones como Lover’s Cave o Dancing Anymore (a pesar de su hábil maniobra de subir a una chica de buen ver a cantarla), y recuperaron Lies o The Greeks de su debut. Una banda que va creciendo y siendo cada vez más conocida, en parte a su interés en crear videoclips virales provocadores y sugerentes, pero también por sus temas pegadizos y agradables al oído desde la primera escucha.
The Royal Concept prometían mucho pero se quedaron algo a medio gas. Venían como sustitutos de Ra Ra Riot y The Sound Of Arrows, y su estilo cercano a fuentes como Phoenix les daba cuanto menos el beneficio de la duda. Sin embargo su concierto tiró hacia una vertiente más electrónica, aprovechando de manera descarada el tirón de Daft Punk este verano (incluso les versionaron) con unas voces robóticas que no acababan de casar bien con su música. Una ligera decepción y una oportunidad perdida para una banda novel que podría haber despuntado en este festival. The Kooks, en cambio, dieron al público lo que quería y a pesar de haber perdido algo del tirón que pudieron tener hace unos años, es fácil meterse rápidamente en su atmósfera y volver a cantar las letras de Ooh La, Seaside, Do You Wanna o Junk Of The Heart (Happy). Entre su calidad a la hora de tocar, su gusto por complacer y el cierto componente nostálgico que causan, la experiencia es más que satisfactoria y logran arrancar una sonrisa a cualquiera.
Comenzaba la electrónica con The Suicide of Western Culture, un dúo nacional que pega bien fuerte, debido a su música críptica y elaborada con antiguos teclados y todo tipo de sintetizadores antiguos, o como ellos lo denominan, chatarrería electrónica. Su estilo hipnótico, intrincado y algo misterioso les hace únicos y una apuesta de futuro segura en los festivales con un componente electrónico. El final de nuestra noche lo marcó Totally Enormous Extinct Dinosaurs con sus ritmos más bailabes y accesibles, pero igualmente elaborados. Con una presentación curiosa (se iban sucediendo bailarinas con los disfraces más inverosímiles: los elementos, animales…) y sus pintas excéntricas, que son ya marca de la casa, fueron desfilando canciones como Your Love, Trouble o Garden; en una sesión que puso un buen broche a un día agotador, que sólo dejaba por delante dos días más de festival, con nombres de la talla de Klaxons, The Drums, The Fratellis o Kakkmadafakka. ¡En breve la segunda parte!