Hace no mucho hablábamos en esta página de Cuello, el nuevo proyecto paralelo de José Guerrero, y unos meses después está de nuevo con Betunizer, con nuevo material bajo el brazo. Después del éxito de Boogalizer, y sin haber pasado ni siquiera un año desde este lanzamiento, vuelven a la carga con Gran Veta, que a pesar del escaso lapso temporal entre uno y otro, en absoluto suena apresurado.
Está claro que grupos como el protagonista de esta entrada tienen que ser por definición algo volátil y cambiante. Su carácter experimental les ayuda a dar bandazos (controlados, eso sí) y descubrir nuevas profundidades en su sonido. De la misma manera que Boogalizer sonaba muy distinto a Quien Nace Para Morir Ahorcado Nunca Morirá Ahogado, Gran Veta es una experiencia distinta a ambos, y a la vez, un producto que lleva a todas luces el sello distintivo de Betunizer.
Gran Veta mantiene a grandes rasgos las claves que hacen de Betunizer una banda arriesgada e innovadora con un punto marciano y desconcertante. Tanto los títulos como la portada no dan ninguna pista de lo que uno se puede encontrar dentro, pero ya muestran su carácter bizarro y gamberro a partes iguales.
Comienza con Ford Carrillada, el que fue tema de adelanto, añadiendo a la ya explosiva mezcla de Betunizer unas trompetas, ya que los instrumentos de viento metal con el nuevo ingrediente de este cóctel. Ya desde el principio, este nuevo disco se antoja algo más claro y menos enrevesado, con ritmos más ligeros y rockeros, perdiendo en parte la cadencia pesada y agobiante que revestían antes. No es ni mejor ni peor, es distinto, y la nueva cara de la poliédrica banda funciona realmente bien. Esto se mantiene en Aleluya (aunque ésta se basa más en la repetición) y cierra la inicial trilogía Acaricia Tu Tema, la más movida de las tres, y una de las más destacables del álbum.
Se complica algo más la cosa con Cadera Española y Talco y Bronce, más intrincadas y basadas en el math rock, algo más parecidas a lo visto en sus anteriores álbumes, pero sin suponer una ruptura con el estilo de Gran Veta. Suponen ese eslabón perdido, esos tonos de gris que inevitablemente surgen cuando uno sabe dominar tanto el blanco como el negro. Lo carnal de este disco, ya representado por su portada, el lado más salvaje de Betunizer sale a relucir en Le Cock Sportif, con su vena sexual y pertubadora, de la que ya hacían gala en temas como Imagina Que Matas A Jota. Por su parte, La Mancadita es una canción cambiante, a caballo entre lo oscuro y lo luminoso, complicada y laberíntica, que en un momento te ahoga, y al siguiente te deja de nuevo respirar libremente, toda una demostración de la variedad cromática del trío valenciano.
Pantera Pura recupera la vertiente más cañera y agresiva de la banda, una canción que sin duda se convertirá en carne de concierto, para mover al respetable; seguida de El Rolls Royce De Los Suavizantes, que baja algo el ritmo a cambio de enseñar la variedad y versatilidad tanto de Gran Veta como de Betunizer. Más novedades aparecen en El Ritmo Que Tú Tienes, en la que se aproximan a un sonido más convencional, que combina su línea de bajo usual con una guitarra mucho más indie y melódica, en una combinación atípica pero que queda extrañamente bien. ¿Es un adelanto de lo que viene?¿Será con lo que nos sorprendan en su próximo trabajo?
Gran Veta es un disco que sabe a la perfección como sorprender y descolocar, no dejar que el oyente se acomode y ofrecerle algo nuevo, por incómodo que sea. Betunizer nunca han querido que sus discos sean un paseo, hay que trepar sus riscos y pelarse las rodillas en sus duras subidas y bajadas. Puede que esto choque, pero eso es lo que les hace grandes, y de sus trabajos (y conciertos) algo tan disfrutable; y mientras ésta sea la verdadera constante de su carrera, todos sus lanzamientos serán recibidos por todo lo alto.