Crash Of Rhinos.- Knots

Hace unos días se podía leer en Noisey y Jaded Punk uno de los siempre interesantes artículos del gran Dan Ozzi, en el que explicaba que el supuesto revival del emo era una farsa, ya que los grupos que se han dedicado a este género han seguido haciendo la misma música (Dashboard Confessional, The Appleseed Cast, Evan Weiss o el propio Mike Kinsella), simplemente que ahora las grandes publicaciones se hacen eco de estos lanzamientos, y están empezando a llegar a un público considerablemente más amplio del que gozaban en su supuesto auge a mediados de los 90.

Hay que reconocer que tiene bastante razón expresándolo de esta forma, pero sí es cierto que hasta este año era un estilo musical algo olvidado, con honrosas excepciones, y no abundaban bandas nóveles que le dedicaran su tiempo. Sin embargo a fecha de hoy sí sucede esto, y no sólo los clásicos siguen con su estilo, sino que surgen bandas como Crash of Rhinos, con mucho que decir y que por fin encuentran su sitio y su merecida relevancia, a pesar de su corta trayectoria y tímidos inicios (su primer disco es de 2011).

Crash Of Rhinos KnotsDistal ya apuntaba maneras y les definía como unos músicos que iban más allá de unos revivalistas, o de unos aficionados al género que querían hacer su aportación. Crash of Rhinos tenía un punto áspero, una veta de post-hardcore que se podía apreciar dentro de ese núcleo duro de emo noventero. Esto se acentúa aún más en Knots y se convierte en una de las señas diferenciales de la banda.

Ya desde el principio con Luck Has A Name se hace notar esa batería, algo más dura de lo usual en estas canciones, y una voz que rompe más fácilmente y que aporta una tensión extraña al género en los momentos más enérgicos, pero igualmente cálida y tibia en la calma. Ya se dejan ver accesos instrumentales cercanos al estilo de The Appleseed Cast, desde un punto de vista menos preciosista y algo más aguerrido; algo que será una constante del disco (hay algunas puramente instrumentales como Everything Is o The Reason I Took So Long). Opener es todo un ejercicio de la aspereza antes descrita, con una canción mucho más visceral y descarnada, lo que se repite en otras como Interiors o Manheim; mientras que su vena más emo aparece en cortes como Impasses o Standards & Practice. En otras se contrastan estas dos tendencias, añadiendo coros, juegos de voces y cambios de ritmo, como en Sum Of All Parts. Finaliza el recorrido con la tranquila Lean Out y la creciente Speeds Of Ocean Greyhounds, un ejercicio de toda la vivacidad y potencia que puede alcanzar el género, una conclusión por todo lo alto.

Saben jugar muy bien con la duración de los temas, desde un corto interludio de un minuto hasta  un corte monumental de siete. Estos cambios de registro y de tiempos consiguen otorgar a Knots una sensación abrumadora de variedad sin que éste pierda solidez ni coherencia, consiguiendo canciones diferenciadas, que van evolucionando y cambiando mientras las escuchas. No es lo común que los discos de este estilo sean tan largos, pero Crash Of Rhinos, al igual que los ya mencionados The Appleseed Cast logran que su fórmula particular funcione sin que suene en ningún momento falta de forma, poco inspirada o reiterativa.

Knots es un disco largo y sólido, en el que Crash Of Rhinos sacan a relucir todo su poderío, un auténtico tour de force de la banda, que enlaza con Distal, y que lo desarrolla, conformando un sonido más propio y característico. Un segundo disco de libro, que firma la promesa que supusieron con su debut. Un básico de 2013 para los fans del género, y un muy buen álbum se mire por donde se mire.

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