Para ir despediendo una larga gira y sentirse como en casa, los vallisoletanos Frieda’s Still In Love decidieron cerrar el círculo tal y como comenzó, en el Espacio Joven. Este lugar ya ha visto varios de sus directos, y es un marco inmejorable para este tipo de eventos. No alberga mucha capacidad de público, pero suena realmente bien, y tanto su disposición con una gran cristalera y un escenario casi a la altura del suelo crean un ambiente único y evocador.

No estaban solos en este concierto, les acompañaban sus compañeros de faena One For Apocalypse, aprovechando la ocasión para presentar su disco El Alma Negra, al que ya le dedicamos unas palabras no hace mucho debido a la grata sorpresa que supuso. Dos  de las bandas de post-rock más prometedoras de la escena nacional, para una cita imperdible para los seguidores del género.

Abría la banda local, a punto de acabar la gira que les ha llevado por toda España, y recalando en su ciudad originaria, en el mismo lugar donde empezó todo y donde presentaban un disco que poco a poco ha ido ganando relevancia y convirtiéndose en una de las últimas revelaciones del post-rock nacional.

Frieda’s Still In Love dieron un concierto similar al del Teatro Cervantes en el que abrían para Retribution Gospel Choir, pero en esta ocasión más en familia, y en un local más reducido, y no sé si por las circunstancias o por qué, sonó algo más intimista, y con más matices, más completo. Es difícil cansarse de escuchar el disco de debut de esta banda en directo, y la verdad es que siempre logran sorprender y traer, en sus propias palabras (y rememorando las de un periodista despistado), ecos de Texas, de Francia, de Louisville, de Washington… pero sobre todo de los duros inviernos castellanos.

La fama precede a One For Apocalypse. Ya han sido varias personas las que me han dicho que no me les pierda, que en directo son algo espectacular. Por supuesto, después de este tipo de comentarios, y haber escuchado unas cuantas veces tanto su primer álbum Vamos Donde Muere El Sol, como El Alma Oscura, tenía unas ganas tremendas de verlos. A todo esto ayudaba haber presenciado también uno de los shows-performance de Héctor con La Fábrica De Sueños, que a pesar de tener un tinte más ambiental y menos potente que la música que hace con Javier y César, ya apuntaba maneras de la calidad como músicos del trío asturiano.

Como se podía intuir, no me defraudó la experiencia, y One For Apocalypse desarrollaron un concierto arrollador, que no dejó indiferente a nadie y que causó una motivación general considerable entre el respetable. Un directo de los que te peinan, hablando en plata. Espectaculares sus tablas a los instrumentos, y su capacidad para solventar cualquier problema que pueda surgir en el escenario (un cambio en la batería o el tropezón y caída de Héctor) sin dejar de tocar y manteniendo la atmósfera, tan misteriosa como sugestiva, en todo momento. Asimismo, cabe destacar la habilidad de la banda para racionar los incisos contundentes, los guitarreos más destacados. Por último, fue un guiño impagable la aparición de Ricardo de Frieda’s Still In Love ya al final, en un bonito cameo que desencadenó un final por todo lo alto para una velada plagada de música instrumental al más alto nivel.

Pocas maneras mejores de pasar la tarde del viernes para un evento tan completo como interesante, no sólo para los fans del post-rock, si no para cualquier aficionado a la música en vivo. Una iniciativa del Colectivo Contra Frío y Niebla que esperemos se convierta en tradición y que continua demostrando que, a pesar de todas las trabas, la música en directo en Valladolid sigue viva y coleando.