Dylan Baldi y sus compañeros de fatigas se superaron en 2012, y dejaron anonadados a propios y extraños con Attack On Memory. Cloud Nothings dejaban de ser una banda más de lo-fi para pasar a otros terrenos, reinventándose a sí mismos, pero sin dejar de lado el bagaje que ya llevaban consigo, en forma de dos discos algo irregulares.
Su tercer álbum fue a la vez un giro en la trayectoria y un nuevo punto de partida. Todo un éxito de crítica y público, era la prueba fehaciente del crecimiento y madurez de la banda, que a pesar de la juventud de sus componentes, lograba aglutinar en un disco breve y conciso los mejores rasgos de varias décadas (90s, 00s y actualidad) con influencias de géneros tan variados como el lo-fi, el indie rock, el emo o el post-hardcore.
Cloud Nothings parten como favorito con su nuevo álbum, Here And Nowhere Else, pero también con una seria carga, demostrar que un trabajo como Attack On Memory no fue casualidad, fruto de una inspiración efímera y esquiva.
Tras escuchar los primeros compases de Here And Nowhere Else queda claro que la formación con Dylan Baldi a la cabeza ha decidido insistir en el sonido de su anterior lanzamiento, e investigar más en aquella fórmula que tango gustó y convenció. Sin embargo no se puede decir que se trate de un álbum meramente continuista. Cloud Nothings están cada vez más seguros de su talento y de sus virtudes, y aunque no desechan los ritmos pegadizos y herederos del pop de baja fidelidad, su nuevo trabajo es mucho más intenso, potente, y por qué no decirlo, duro.
La vara de medir Here And Nowhere Else tiene más de No Future/No Past y Wasted Days que de Fall In o Cut You. Más rock de los últimos 10 – 20 años y menos pop, con un mayor protagonismo de las guitarras, y una batería más cruda y concisa. Es realmente complicado que a pesar de este ligero viraje, la facilidad con la que se escuchan los temas, y su capacidad para enquistarse en la memoria, no ha mermado en absoluto. Sólo ocho temas, pero suficientes para corroborar todo lo anterior, y seguir con ganas de acompañar a la banda de Ohio en su viaje de descubrimiento, investigación y perfeccionamiento.
El disco comienza con dos temas rápidos y contundentes, que confirman éste como un lanzamiento enérgico y desatado: Now Here In y Quieter Today enseñan sin ningún tapujo la vena más rockera de la banda. No abandonan este aspecto de su estilo en Psychic Trauma, que comienza lenta, pero es un grower de mucho cuidado, una progresión que va ganando en fuerza e intesidad hasta un gran y explosivo final. Just See Fear es uno de los cortes en que se ven más los restos de su anterior trayectoria, una especie de fusión entre sus ritmos actuales y el sonido de sus inicios, más melódica y coreable.
La segunda mitad del álbum comienza con Giving Into Seeing, una de las más movidas del disco, y con un aire algo añejo por su sonido sucio y pretendidamente descuidado. No acaba de encajar dentro del conjunto, pero es entretenida y ligera, por lo que tampoco desentona completamente. No Thoughts enlaza espiritualmente con No Sentiment de su anterior trabajo, no sólo por el título: arrolladora y con sabor agridulce, un tema por el que dejarse llevar, con sus subidas y bajadas realmente bien medidas. Probablemente el mejor corte del disco sea el siguiente, Pattern Walks, con un comienzo algo áspero, pero con una garra inigualable, y con una parte instrumental que cambia completamente el final de la canción. Sorprendente, fresca e innovadora, todo un ejemplo del buen hacer de la banda. Después de algo así, el último tema queda algo cojo, y I’m Not Part Of Me sabe a poco, también por ser una de las más poperas del conjunto, y no ser tampoco especialmente brillante en este aspecto. Aún así, no falla a la hora de ser pegadiza y no desmerece la sensación total que deja Here And Nowhere Else.
Como resumen puede decirse que es difícil que, después del éxito de Attack On Memory, este álbum pase desapercibido. No es una sorpresa como el anterior, pero sí la confirmación de que detrás de estos temas hay una banda con mucho que decir, y que tan sólo está empezando a mostrar de lo que es capaz, con una trayectoria que planea subir como la espuma de aquí en adelante. Un gran disco que confirma a Dylan Baldi (indiscutible frontman y buque insignia de la banda) como una de las cabezas visibles con más talento del panorama musical actual.
Buena reseña, se nota que vivís la música y eso es fantástico. Me has dejado con las ganas de escuchar el disco, en spotify aún no está. Se ha filtrado ya? Sabes dónde puedo escucharlo?
Saludos,
Sí, se filtró hace unos días en NewAlbumReleases, pero creo que en el Soundclod de la banda están algunos temas de adelanto. Gracias por el comentario, siempre se agradece!