¿Identificáis esa sensación cuando escuchas la demo de un grupo y notas ese «algo especial»? Esos pelos de punta, esos ojos como platos, ese síndrome de Stendhal. A finales del año pasado Perfect Pussy conseguían eso, y es posible que, cuando hablamos en esta santa página de I Have Lost All Desire For Feeling no pusimos el suficiente énfasis en lo mucho que dejaban entrever y lo sorprendente que resultaba su primer material, a pesar de la escasa calidad de la grabación, con un sonido embarullado, que a pesar de reforzar su componente caótico, en algunos momentos emborronaba la experiencia.
Ya en 2014, y sin grandes promociones ni esfuerzo mediático, su disco de debut ha conseguido un 8,6 en la todopoderosa Pitchfork y empieza a sonar como uno de los tapados del año. Está claro que hay un fuerte componente de hype, moderneo de «yo-lo-supe-antes» y «cuando-no-les-conocía-nadie» tras este tipo de promoción, y puede que en Frog The World caigamos en ese juego, pero somos conscientes de ello. Dicho esto, pasamos a relatar las claves de Say Yes To Love: Lo primero que puede decirse del estilo de Perfect Pussy es que es tremendamente difícil de definir. Suena a topicazo y probablemente lo sea, pero decirlo ayuda a describir las vibraciones que transmite el disco en sus primeros momentos: absoluta confusión, caos y sorpresa. La tónica general es la superposición de instrumentos, los ritmos rápidos, sincopados y sin tregua, con una línea vocal desgarradora. La voz de Meredith Graves, a pesar de su feminidad, no falla a la hora de sonar agresiva y transmitir sus letras atronadoras,que esconden una sinceridad brutal y sin tapujos, a grito pelado tanto literalmente como figurativamente. Salvando las distancias, este aspecto evoca el último disco de Touché Amoré, con ciertas reminiscencias al hardcore y al noise, pero algo más accesibles al gran público y probablemente con un enfoque más marcado hacia lo indie.
Otro aspecto a destacar es la mejora del sonido respecto de I Have Lost All Desire For Feeling pero sin perder su tono noisero y salvaje. Consigue transmitir su destacable visceralidad con más calidad y sin perderse en su propia confusión. Say Yes To Love es una mejora considerable, tanto en medios como en variedad respecto a su trabjo inicial y nos muestra una banda comprometida con su ideal sonoro, pero en busca de desarrollar su propuesta a través de una mejoría constante. Si bien en este caso se deba probablemente a los medios utilizados, siempre agrada ver un paso adelante.
Perfect Pussy presentan doce cortes, sin respiro (la más tranquila es Interference Fits y aún así tiene considerables dosis de energía) y sin descanso, haciendo de su álbum de debut una experiencia tan agotadora como gratificante. Repiten de su primer trabajo I y III, y debuta la extraña y malrollera parte VII (las entregas V y VII parecen haberse perdido en el tiempo y el espacio) y abandonan la numeración romana para el resto de temas, de los que destacan el inicio con Driver, Bells y Big Stars, que son pura adrenalian, así como Dig y Advance Upon The Real, intensas y potentes, pero con un transfondo íntimo y sentido.
Puede que Perfect Pussy ahora mismo sean la última moda, el sabor del día (como diría una flagrante traducción literal) pero tienen muchos elementos sorprendentes y realmente disfrutables. Una mezcla explosiva de elementos del hardcore y post-hardcore, con guitarras cercanas a un sonido emo, sobre una base de indie rock con toques de noise. Tan raro como efectivo, y probablemente sea demasiado duro para algunos, y no lo suficiente para otros; pero es un disco único y audaz, valiente y entregado, y desde aquí no sólo le damos nuestra bendición, si no que seguiremos escuchando fervientemente y mantendremos el punto de mira sobre la banda de Siracusa. Y si al final la cosa cuaja, aquí lo leísteis primero.