En Frog The World hemos vivido un considerable lapso de tiempo confuso y caótico, motivado a las glorias y penalidades del mundo real fuera del blog. Sin duda se siente bien volver a la carga, y más en un mes que suele suponer ocio, tiempo y libre, y por supuesto, conciertos y festivales en todas sus modalidades.
Sin embargo, antes de acudir a eventos veraniegos que no hay que perderse bajo ninguna circunstancia, es necesario volver al exhaustivo repaso de aquellos discos que hacen vibrar 2014. Y si uno de ellos ha sido un auténtico revulsivo, una bomba de adrenalina con la capacidad de explotar una y otra vez en nuestras cabezas y corazones, ha sido Anachronisms, la demolición controlada por las manos detonantes de Hürricade.
Después de un debut como Pariah’s Pharos, estaba claro que estos chicos de Girona no pensaban relajarse y que aparte del entusiasmo y fuerza de la juventud que destilan en cada uno de sus temas, tienen una base mucho más asentada e introspectiva de lo que podría esperarse de una banda relativamente novel. Pero no sólo se puede confiar en la continuidad, si no que Anachronisms viene de la mano de dos sellos nacionales, ya conocidos en esta página, los incombustibles Caleiah y Saltamarges, poderes en la sombra detrás de muchas de las propuestas más interesantes del panorama español en lo que al mundillo de hardcore se refiere. También completa esta triada el sello Bridal Horse de Chicago, lo que pone a Hurricäde en el punto de mira internacional.
Sin alguna duda, lo mejor de Anachronisms es que nos permite ver a Hurricäde más allá de cuatro canciones, ofreciendo una perspectiva más amplia de la banda y de su estilo. Su mayor duración, sin embargo, no significa que la banda pierda el tiempo. Merchants Of Mirage es una introducción al álbum cruda y enérgica, sin trampa ni cartón, todo un aviso para todo aquel que quiera mirar al abismo que precede. Para aclarar aún más este aspecto, Cursed Peaks y Labyrinth rizan el rizo con composiciones fuertes y ominosas, pero también opresivas y agobiantes.
En Collapsed Bloom deciden explayarse algo más en su propuesta y dar un giro a su sonido. Perder algo de caos para ganar en coherencia y crear algo igualmente intrincado pero algo más lineal. Más de una vez se oyen comparaciones entre Hurricäde y los iniciales Refused, y canciones como ésta y como Adrift son la causa. Por su parte, The Wires apuesta por una base instrumental más minimalista y con una voz potente y omnipresente. Anachronisms no tiene un instante para el aburrimiento y es un constante bombardeo de ideas y de ambientes dentro de una línea tan sólida como enérgica. Las Arañas es la única canción del álbum en castellano y es una descarga de rabia de alta intensidad. El contraste con el corte anterior es tremendo, dando a Anachronisms en su totalidad una sensación de variedad considerable para tener tan sólo 8 temas. Finaliza el disco II Origins, un tema que sin superar los tres minutos consigue ser cambiante, formado a base de picos tan inesperados como efectivos.
Como no podía ser de otra manera, después de todo lo dicho, no puede faltar la necesaria aunque reiterativa alusión a la buena salud del post-hardcore de factura nacional. Otro ejemplo más de su calidad, y por qué no, cantidad. Con Anachronisms nos ponemos frente al primer largo de una banda que en su día fue prometedora, y que con este álbum no ha fallado a ninguna de sus promesas. Para finalizar, uno de los ocho motivos para escuchar sin parar el último disco de Hurricäde, su particular laberinto.