Title Fight.- Hyperview

La evolución de Title Fight ha sido una de las grandes sorpresas de los últimos años. De un grupo de punk decente pero tampoco excesivamente destacable a copar blogs, prensa especializada y llegando incluso a presentar una de sus nuevas canciones a través de la revista Vogue. Ver para creer.

Hemos visto este fenómeno en más ocasiones, con bandas que llegaban a un público minoritario, de nicho, y que de repente dan el salto a las grandes audiencias: Against Me! han confirmado su alcance público y notorio con el reality de Laura Jane Grace y las múltiples alabanzas que ha recibido su último álbum y, en menor medida, Touché Amoré tocaron techo con Is Survived By. Ahora es el turno de Title Fight para confirmar su calidad ante los medios más poderosos, pero también para asegurar a sus seguidores de antaño que no han vendido su alma.

Title Fight HyperviewHyperview, si prueba algo, es que la visión artística de la banda no ha sido comprometida por nadie que no sean ellos mismos. No estamos ante un disco fácil, ni ante un «más-de-lo-mismo», sino ante un ejercicio de exploración e introspección por parte de una formación que bulle con ideas y con ganas de ir más allá de sus límites. Pero claro, siempre está la otra parte de la moneda, lo que puede ser una muestra de atrevimiento y de ganas de crear e innovar, puede no casar muy bien con las expectativas creadas en sus seguidores, y es posible que no acabe de funcionar con tu anterior estilo.

Éstas son, en resumen, las luces y las sombras de Hyperview. Title Fight toman su anterior estilo (en pocas palabras, punk rock con toques ásperos de post-hardcore) y lo ralentizan y difuminan para acercarlo al shoegaze, además de introducir sonidos de bandas que también se encuentra en terreno limítrofe entre géneros, como pueden ser Rival Schools o Hell Is For Heroes, y unas gotitas de grunge y post punk para completar la mezcla. El buen hacer de la banda consigue mantener el interés, y hay canciones realmente buenas, pero la sensación general es la de un disco demasiado tranquilo e introspectivo, y en ocasiones, frío e impersonal. No es una decepción completa, pero da la impresión de que después de aquel Floral Green, podrían haber dado mucho más de sí.

Así, destacan los singles Chlorine, MRAHC y Rose Of Sharon como cabeza visible de su nuevo sonido, pero dejando a la vista su anterior estilo. Esta combinación, con la balanza más inclinada hacia ritmos más enérgicos, funciona especialmente bien en Trace Me Onto You, New Vision, y en menor medida, en Liar’s Love. Otras como Hypernight o Your Pain Is Mine Now son prácticamente experimentales, sondas lanzadas por la banda a otros estilos para explorar nuevos horizontes. Las más calmadas, Murder Your Memory o Dizzy, sin ser completamente mediocres, pueden hacerse aburridas por su cadencia y falta de contraste. Estos puntuales devaneos consiguen que el álbum quede algo descompensado, y no de una impresión global totalmente positiva.

Sin duda no hay que dejar de escucharlo, especialmente cuando trae bajo el brazo varios cortes de mucha calidad, pero se echa demasiado de menos la mordiente de su anterior sonido, que esperemos recuperen en su próximo trabajo. Además, conociendo su inquietud y vocación exploradora, ¿quién sabe cuáles serán sus próximos derroteros? Si en algo podemos confiar es en que, con más o menos acierto, Title Fight no van a dejar de sorprendernos.

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