No hace mucho hablábamos, con ocasión del lanzamiento del álbum de Wild Animals, de la disyuntiva entre objetividad y alegría cuando ciertas bandas sacan un nuevo trabajo. El disco que protagoniza la entrada de hoy entra claramente en este saco, a pesar de realmente no conocer en persona a sus integrantes.
Shonen Bat son gente con pasión, músicos incansables, de esa rara especie que mantiene girando en el aire varios proyectos, y que siempre encuentra un hueco para hacer algo nuevo, para sacar un nuevo lanzamiento, y para dedicarse a lo que les fascina. Por esa razón es fácil conectar con sus discos, con su filosofía y, en última instancia, con su música.
Bad Character es un hito más en el desarrollo de un sonido que, cada vez más, suena original y propio. Como cualquier banda, no están exentos de comparativas, y está claro que parten de unas influencias (Karate, The Van Pelt o American Football, por decir los ejemplos más claros), pero éstas cada vez se encuentran más hondo, como una parte integrante y configuradora de su núcleo duro. Shonen Bat han hecho suyo ya por completo su estilo, de tal manera que no recuerdan a otros, sino que su referente más inmediato, por extraño que pueda parecer, son ellos mismos.
Como nos tienen acostumbrados, combinan un sonido crudo, matemático y calculado, con un trasfondo humano y emotivo. Una aparente contradicción no exenta de una tremenda complejidad, pero que para Shonen Bat es tan natural como respirar. Se les da bien hacer fácil lo difícil, y eso se nota a lo largo de los nueve cortes que componen Bad Character. Por esta razón, las canciones que más brillan son aquellas con ritmos intrincados e incómodos, que pueden llegar a desconcertar, pero sólo lo suficiente para mantener la curiosidad del oyente activa y esperando lo que venga después. Así, tenemos auténticos vicios como The Alchemists o Wise Boy.
En otro cortes, como en Consider, Owe Them o A Brand New Start se aprecia ese sentimiento apocado y contenido tan característico de la banda; que a veces se resquebraja y da lugar a temas algo más acelerados y vibrantes como Nothing Left o Empires, ésta última con un ritmo tan intenso como curioso. La complejidad de su sonido alcanza sus mayores cotas en 10.000 Miles Away, un tema de larga duración con un desarrollo con mano firme, pausado, pero seguro, con algún que otro arranque guitarrero en su fase final.
La evolución de la banda es tan sólida y constante, siempre en línea recta, pero profundizando, de tal manera que siempre se puede ver un paso adelante. Cada disco refuerza la personalidad de Shonen Bat como formación, y suena más seguro de sí mismo que el anterior. Bad Character puede aparentar no ser para todos los públicos, pero bajo su complicado exterior, subyace un disco capaz de enganchar a cualquiera, tanto por su innegable calidad, como por la dedicación y pasión que deja entrever en cada uno de sus cortes.