En esta entrada, y con un poco de suerte, llegamos a tiempo para reseñar un álbum que tiene pinta de ser en el futuro próximo, uno de los hypes de este año. Ya ha recibido el título de Best New Music, uno de los máximos galardones de la prestigiosa Pitchfork y poco a poco se escucha más de esta formación de Baltimore.
No éramos ajenos a la existencia de esta banda, ya que les conocimos a través de su primer álbum, Twin Hand Movement, que tenía muchas buenas ideas y una factura impecable. Nootropics, su segundo trabajo, navegaba en aguas cenagosas y podía convertirse en una experiencia densa y agotadora, pero no por ello menos ineresante. Pop independiente con vocación ambiental, de tintes oscuros y envolventes. Sin duda un buen currículum previo a este Escape From Evil.Lower Dens no abandonan en su nuevo álbum su complejidad y perfeccionismo, pero le dan un vuelco completo a su carrera. Como quien intenta dar nueva vida a una casa abandonada, han quitado los tablones de las ventanas y han quemado las viejas cortinas, dejando que entre luz a raudales. Escape From Evil, sin dejar de ser un disco intrincado e inquietante, es un trabajo con un sonido luminoso, claro y diáfano. El aspecto ambiental y oscurantista de la banda y los efluvios de la darkwave han sido parcialmente dejados de lado en favor de la épica, el dream pop y el uso alegre de sintetizadores.
No en vano en todo análisis existente de Escape From Evil se menciona la década de los 80. Lower Dens se permiten realizar un viaje al pasado, picoteando de aquí y de allá, entre lo más destacado de esa época, para dar un toque de nostalgia, inocencia y misterio a su nuevo trabajo. Iconos como Kate Bush, Billy Idol o Bonnie Tyler, bandas acostumbradas a jugar con ritmos melancólicos pero animados como The Cure o Echo And The Bunnymen, y una pizca de los tonos oscuros de la cara oculta de New Order. Un cóctel disfrutable tanto para entendidos como profanos, que a pesar de sus hondas raíces, a la hora de la verdad, no suena añejo, sino a reinvención.
A pesar de us carácter generalmente interesante y llamativo, Escape From Evil no está exento de altibajos, y su brutal inicio (Sucker’s Shangri-La, Ondine, To Die In L.A., de seguido, toda una declaración de principios en forma de trío de canciones) pierde algo de fuerza posteriormente, aunque resurge en temas como Your Heart Still Beating o Electric Current. La líder y cabeza visible del grupo, Jana Hunter, sabe combinar emoción y frialdad distante de una manera calmada, intelectual y elegante; aunque la fórmula no sea perfecta y a veces queda algo vacía e impersonal.
Lower Dens consiguen algo bastante complejo: saber llamar siempre la atención, y aportar algo interesante en cada uno de sus proyectos e iteraciones. Su mirada al pasado funciona y supone un nuevo desvío en un camino que, hasta ahora, siempre va hacia delante y hacia arriba. Escape From Evil puede no finalizar la carrera el primero, pero está llamado a atraer miradas a lo largo de todo el año.