Hay un cierto orgullo en ir acumulando reseñas de un grupo, y al cabo de un tiempo ver que puedes comprobar tu propia evolución a través de la suya. Es un poco el caso de Frog The World con Disco Las Palmeras!. Conocí Nihil Obstat como suelo conocer muchos discos, a base de leer otros blogs, y rápidamente se convirtieron en una de mis bandas nacionales de cabecera.

Su segundo álbum, Ultra, pegó bastante fuerte en 2013, con un sonido más duro y opaco, unas letras perturbadoras y agresivas, y un estilo personal y propio, aunque con referentes sólidos tanto internacionales como nacionales. Ahora es el turno de Asfixia, un paso más en la evolución de estos gallegos, que viene con cambios tanto en lo técnico (productor, sello, batería) como en lo personal, con mudanza de por medio; y con un paso por el festival SXSW, que como no podía ser de otra manera, significa un considerable hito para cualquier banda emergente. Con todo y con eso, los aires texanos no han doblegado ni deformado a la formación. A pesar de todos los cambios que hayan podido suceder a Disco Las Palmeras!, el sonido, como su propio nombre, permanece sólido e intalterable en su núcleo. Hay bastantes sorpresas, sin duda, pero no las suficientes para pensar que la fórmula haya sido adulterada en lo que importa. Quien gustara de su shoegaze macarra, duro y contundente, puede mirar a Asfixia como una nueva manera de conseguir su dosis, pero que contiene los suficientes elementos nuevos que amplían y expanden los horizontes de la banda.

Los toques enérgicos y rockeros que ya despuntaban en Ultra aquí se hacen protagonistas desde el inicio del álbum: Tarde y Mal es rápida y furiosa, y Cállate La Boca, a pesar de ser algo más comedida, tampoco anda corta de velocidad y mala leche. En general el tempo del disco es más acelerado de lo que cabía esperar, como prueba El Final Del Círculo, pero es fácil acostumbrarse a este cambio, porque no se hace violento ni forzado. Además, muestra un carácter experimental que se adapta de manera orgánica al estilo de Disco Las Palmeras!, con teclados, superposiciones y psicodelia, creando una auténtica barrera sonora arrolladora.

Se relaja algo el ritmo con la óscura y opresiva En El Agujero, que encaja más con los temas de su primer álbum y enmarcada en el shoegaze más temprano. Matar o Morir de nuevo es un corte con infinidad de capas y detalles, en la onda experimental y abrumadora que introducen en este nuevo trabajo. A medio camino se queda Élites, con una de las letras más abrasivas e incómodas del álbum, que da paso a Ráfagas en Mi Cerebro, uno de los temas más ásperos y guitarreros, y que a la postre, acaba siendo de los que más engancha de Asfixia.

El tramo final empieza con Fuego y Disparo, un tremendo pistoletazo (perdonad el chiste fácil) que hace honor a sus nombres, dejando agotado al oyente justo antes de La Calma, un final no exento de épica, con una construcción tranquila, llena de instrumentos atípicos (zanfonia y violonchelo) pero ascendente, contenida, y con un anticlímax muy propio del género.

Disco Las Palmeras! no defraudan por varias razones: siguen siendo una de las bandas de referencia del shoegaze español, aunque aportan un sentimiento furioso y aguerrido no especialmente común dentro del estilo en que se enmarcan. Además, en este nuevo álbum evolucionan, experimentan, y les sale bien la jugada. Y eso es algo que no sucede todos los días. Una banda que goza de una salud excelente, que no pierde la mordiente, y con una agresividad realmente bien enfocada.