Riguroso Directo: Primavera Sound 2015 (Viernes)

Antes de comenzar con la segunda jornada de conciertos del festival, hay que remarcar algo que en mi opinión hay que intentar siempre en eventos  de este tamaño: descubrir bandas. En ese sentido, me encanta ir desde primera hora, ir a los Vermuts en el Parc de la Ciutadella, y hacer lo posible por ver una recomendación, algo que «me suena» o que simplemente cuadre por el hecho de tener un hueco en mi apretada programación llena de «musts» imperdibles (sí, algunos nos ponemos muy pesaditos con estas cosas). Suena un poco a consejo de Lucía Extebarría abuela y a moralina barata, pero acaba siendo la clave para disfrutar al máximo de un festival, y acabar el último día, hablando en plata, jodido pero contento.

Por ello el viernes empezó pronto, como podéis ver a continuación, con una cerveza en la mano y ganas de ver qué grupos me podían sorprender ya desde primera hora.

Primavera Sound 2015Les Sueques: Los vermuts del Primavera Sound se hacen querer por cosas como ésta. Ir a ver a un grupo que no conoces de nada, y que inmediatamente te enganche. Pop garajero pegadizo y con mala baba que  rápidamente hizo las delicias del público presente. Muy recomendable.

Hiss Golden Messenger: A pesar del problema con el ataque de las abejas que atrasó la programación, pudimos disfrutar de estos veteranos de rock sureño demostrando sus tablas bajo un sol de justicia. Sabor añejo y calidad técnica impecable.

José González: Habrá quien piense que un concierto de este sueco-chileno puede aburrir a las piedras, y se equivoca por completo. Si bien pudo empezar algo frío, la intensidad fue subiendo, hasta llegar al punto de tener al Auditori en pie y aplaudiendo las últimas canciones. Una experiencia sencilla, sin alardes, bonita y realmente emocionante.

Ex Hex: Un remolino lo-fi de nueva generación  con las cosas claras, temas pegadizos y contundencia en directo. Tenían todos los elementos para dar un buen concierto y no decepcionaron. Una buena manera de introducirle energía a la tarde, e ir motivado al resto de grupos.

The New Pornographers: A pesar de la ausencia de Dan Bejar, mejor conocido como Destroyer, la banda repasó su último disco y algunos de sus grandes éxitos. Pop del bueno, divertido pero cabal, técnico pero asequible, agradable y fácil de corear. Puede no ser uno de los más memorables del Primavera, pero cumplió más que de sobra, y fue una oportunidad de ver a una banda que no se deja ver mucho por nuestro país.

The Julie Ruin: Ver a Kathleen Hanna sobre un escenario siempre es un motivo de regocijo. El sábado fue un día en el que formaciones con gran presencia femenina dieron la cara y la verdad es que fue un gusto verles arrasar de una manera tan contudente. La caótica mezcla de The Julie Ruin sonó más que bien y se convirtió en una razón más para seguirles la pista de cerca.

Belle And Sebastian: Arrastraba una sensación algo fría tras su concierto en el Sonorama de 2.013, donde me pareció que a pesar de mostrar sus tablas y su calidad técnica, sonaron demasiado impersonales y comedidos. Sin embargo, en esta ocasión, ya fuera por su ánimo o por la calidad del sonido, me llevé una impresión distinta. Mucho más animados, transmitiendo energía, buen rollo, y repasando los grandes éxitos de su dilatada carrera (ninguna queja en cuanto a I’m A Cuckoo o The Boy The Arab Strap), sin dejar de lado su último trabajo. Eso sí, el momento «cumpleaños feliz», por entrañable que intentara parecer, no dejó de ser algo forzado y un poco ridículo.

Sleater-Kinney: 2015 va a ser (de nuevo) su año. Su último disco está recibiendo buenas críticas allá por donde pisa, y su espectáculo es una auténtica barbaridad. No quiero pecar de sensacionalista, pero la verdad es que me pareció que tienen una energía espectacular, y que los años no les han hecho mella ni un poquito. Su estilo propio y particular en se traslada al directo sin sufrir cambios que lo resientan y sin aparente esfuerzo. Combinación de lo viejo y lo nuevo, primando su último lanzamiento, pero sin olvidar sus orígenes y la garra de sus primeras épocas. Un tanto más en el marcador de Carrie Brownstein, que no necesita validación alguna, pero la consigue con cada cosa que hace.

Run The Jewels: Hay opiniones muy dispares sobre el directo de Run The Jewels. Es verdad que lo vivían tanto que llegaban a ahogarse, y que se primaron tanto los bajos que no se apreciaban bien del todo algunas bases. Fue un concierto imperfecto, rudo y bruto, pero también fue cercano y auténtico, capaz de despertar un lado agresivo y algo primario. Han sabido llegar a un público amplísimo por todo esto, a pesar de sus particularidades y defectos técnicos. Además, es espectacular ver cómo se mueve Killer Mike a pesar de su tamaño, con cabestrillo incluido.

Death From Above 1979: El duo canadiense puso toda la carne en el asador, y a pesar de que sonaban realmente bien (me sorprendió gratamente la voz) a mi parecer les faltaba algo más de contundencia. Esperemos que el buen recibimiento de su último trabajo y de sus directos les invite a lanzar nuevo material con más frecuencia.

Ratatat: Tanto por la hora como por la fama de la banda esperaba algo más divertido, y reconozco que me dejó algo colgado. La pista de baile en la que se convierte el escenario Ray Ban al caer la noche quedó algo desangelada ante un concierto demasiado técnico e impersonal, que podría haber dado mucho más de sí.

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