Los Diarios del Hipster: Discos Para el Verano (III)

Tercera entrega de nuestras recomendaciones veraniegas y refrescantes. Dentro de poco estaremos en Agosto, lo que para muchos de nosotros significa vacaciones, por lo que hay que hacer acopio de material para escuchar en los viajes, hacer hábiles mixtapes para el coche y atiborrar nuestros reproductores de la mayor cantidad posible de temazos.

La entrega de hoy, si se pudiera calificar con una sola palabra, sería buenrollista. Es un error habitual desechar a una banda porque sus canciones nos lleguen de manera sencilla y natural, pudiendo entender que estamos ante algo facilón y poco pensado. Sin embargo, muchas veces el principio de que «menos es más» puede aplicarse en muchos casos, llegando a ser realmente complicado crear algo que sea rápidamente memorizable, entretenido y divertido. Como diría el mismísimo Ockham, si fuera tan sencillo, todo el mundo lo haría. Los protagonistas de hoy hacen fácil lo difícil, y por ello sus discos son capaces de alegrarnos estos calurosos días: Cayucas, Ducktails y Mikal Cronin.

Cayucas.- Dancing At The Blue Lagoon

Cayucas Dancing At The Blue LagoonA veces, mientras escucho una banda, pienso «¿a quién le puede desagradar esto?», porque puedo entender que cada persona tenga sus gustos, pero me parece que ciertos géneros, y sobre todo ciertos acercamientos a estos, tienden a ser universalmente aceptados. No hablo de crear afición o cambiar las tendencias de una persona, sino simplemente el mero reconocimiento de que algo es sensorialmente agradable y que, como se suele decir comúnmente «se deja escuchar». Y claramente Cayucas caen dentro de esas formaciones absurdamente accesibles y fáciles al oído.

Sin embargo, el problema que suelen tener este tipo de bandas es diferenciarse de sus compañeras de estilo, y huir de sonidos genéricos que las conviertan en una más. Ése es su gran reto, que en más ocasiones de ls debidas, se convierte en su perdición. Dancing At The Blue Lagoon es veraniego, divertido, con tintes surfero-tropicales y buenas intenciones, pero en última instancia, tan entretenido como intranscendente. Cualquiera de sus temas podría pasar como un divertimento de Vampire Weekend, o una de las canciones movidas de un álbum de The Drums, The Maccabees, Ra Ra Riot o cualquier otra de ese círculo. No es un ataque a las bandas citadas, que son más que respetables, es un lamento ante la falta de originalidad y de ideas nuevas que se refleja en algunos trabajos, como es el caso del último disco de Cayucas. Buena factura técnica, canciones bailables y entretenidas, pero a la hora de la verdad, olvidables.

Ducktails.- St. Catherine

Ducktails St CatherineEn esta página siempre hemos derrochado buenas palabras para Real Estate, porque se las merecen, y en los últimos años se ha podido ver como de ser una banda minoritaria y poco conocida, han dado el salto al gran público con aquel hit que fue Talking Backwards. Y vaya si nos alegramos. Pero en nuestra euforia cometimos un grave error, al no hacer caso a grupos de su esfera igualmente interesantes, como es el caso de Ducktails (ambas formaciones comparten a Matt Mondanile), sirviendo esta entrada para deshacer nuestra falta de visión.

St. Catherine, a pesar de poder colar como un disco de Real Estate, huye de los elementos más pop de estos últimos, para convertirse en un disco más purista, equidistante entre el indie emo y el lo-fi. Algo más pausado y melancólico, menos alegre y más denso, quizás para los seguidores con un oído más entrenado que para los neófitos. Se les puede acusar de estirar la fórmula a través de varios discos y dos bandas, pero a la hora de verdad, la factura técnica y la emoción que destila cada corte deja ver que hay algo más allá del hacer canciones como churros. Puede aplicarse ligeramente lo dicho en la reseña de Cayucas, pero muy atemperado por el carácter más íntimo y personal de este trabajo, al que sí es cierto que le puede faltar una vuelta de tuerca para dejar de ser bueno y pasar a ser genial. Muy recomendable, y una buena manera de conocer una banda que con el tiempo puede acabar haciendo sombra a su contraparte más conocida.

Mikal Cronin.- MCIII

Mikal Cronin MCIIIAllá por 2013 hablábamos de la lucha de Mikal Cronin por salir de la sombra de Ty Segall, y en pleno 2015 podemos decir que lo ha conseguido, y por méritos propios. MCII supuso un soplo de aire fresco, lleno de ecos del pasado, canciones revigorizantes, inspiradas, bonitas y cuidadas como pocas. Uniendo esto con lo dicho en el primer párrafo, este álbum se ha convertido en uno de mis discos favoritos para conducir, por su capacidad para motivar y alegrar a partes iguales.

MCIII repite en gran medida la fórmula de MCII, pero a Mikal Cronin parece que se le fue la mano con el azúcar. Canciones sencillas, emocionantes, luminosas y trabajadas, pero con un transfondo mucho más pop que en sus anteriores trabajos, lo que diluye y suaviza, quizás en exceso, su inicial sonido, perdiendo esa rara combinación de sensibilidad y mordiente de su álbum de 2013. Deja buenas canciones, como las iniciales Turn Around, Say y Made My Mind Up, pero se desinfla en una segunda mitad que trata de ser conceptual (con una curiosa numeración de las canciones como si fuera una cara B) pero que se queda a medio camino, a pesar de tener algún corte decente como la bonita Circles. Un disco que podría haber dado más de sí, y que sin decepcionar completamente, hace pensar en lo que podría haber sido y no fue.

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