Es costoso no usar el término superbanda cuando toca hablar de Minor Empires. Grupos como Toundra, Nothink y Moonich tienen un gran calado en la escena nacional y obviamente son una perfecta manera de descubrir una nueva banda que suena nueva sin desprenderse de su considerable bagaje anterior.

El debut de Minor Empires fue uno de los protagonistas de nuestro Top 50 del año pasado, y a pesar de que la formación y configuración de la banda ha cambiado, su esencia permanece inalterada. Entra como batería Reto Ramírez y se añade también Fernando Moreira, de los salvajes Trono de Sangre, a la guitarra. Como no puede ser de otra manera el sonido no es exactamente el mismo, y existen importantes novedades dignas de ser reseñadas. Todo esto además de poder escuchar ocho temas nuevos de la banda, que como era de esperar, no tienen desperdicio.

A pesar de todo lo dicho, lo que sí se repiten, son las impresiones de su álbum de debut: canciones cuidadas, con mucha técnica, con un dominio del ritmo y los silencios que consigue esa épica intimista que tanto gusta en esta página, y un juego constante entre lo sentimental y lo potente que les hace cabalgar entre el indie, el rock alternativo guitarrero y el post-hardcore más abrasivo. Tras ensalzar el poderío instrumental de la banda, no podemos sino mencionar también la gran labor como vocalista de Juan Blas, que se postula como uno de los más reconocibles de la escena alternativa española. Por hacer un símil con los anteriores trabajos de sus miembros, mezclan en las partes adecuadas la intensidad de Toundra con la emoción de Nothink, añadiéndole de manera metódica complejidad y matices de otras bandas del gremio nacionales e internacionales, llegando en algunos momentos a recordar a los mejores momentos de Thrice y Thursday. Diferenciado, sin duda, pero de espíritu continuista.

La solidez de su estilo es impecable, y no se nota en absoluto un quiebro a raíz de los cambios en la formación de Minor Empires. El desarrollo de su propio estilo sigue viento en popa, y poco a poco, especialmente por la brevedad de su nuevo trabajo, se definen como algo personal, distinto y original, una propuesta fresca y novedosa, pero fuertemente enraizada.

En cuanto a los temas concretos del primer volumen de United States of Emergency es difícil quedarse con una selección de los siete que lo componen, ya que Artifacts no deja de ser una introducción.  The Regrets Of The Dying es el fogonazo inicial, y tiene potencia para dar y tomar, en contraste con Mirrors, más equilibrada, o con The Distance, que se va cocinando a fuego lento, pero sin perder un ápice de fuerza. Lo mismo sucede con Steps, que incluso con un reventón final, es una de las canciones más calmadas del disco. Le sigue Tightrope Walks To His Death, una pausa instrumental antes de The Escapist, otro de los grandes temazos del álbum, nerviosa, intranquila y con un contraste de ritmos  bárbaro. Finaliza el disco con un corte delicado, If I’m Gone, tributo dedicado a Ferrán, el tristemente fallecido bajista de nuestros queridos Bullitt. Tan bonita como sentida, y también un ejemplo de la versatilidad de Minor Empires.

Después de todo lo dicho, tenemos más ganas que nunca de escuchar el segundo volumen de United States Of Emergency, porque Minor Empires, de manera progresiva pero continuada, se están consolidando como una de las propuestas más atractivas de la escena nacional.