Tal y como pasó hace un par de años, WANN han querido complicarnos la vida y sacar un disco a final de año. Pero claro, después de su primer EP Gratitude y de su debut en largo con Rubicone, We Knew It Was You no es un lanzamiento del que podamos ni queramos olvidarnos.

WANN son fácilmente ubicables dentro de la nueva corriente de indie emo española, junto con grupos como L’Hereu Escampa o OHIOS, pero con la particularidad de combinar un estilo cercano al llamado midwest emo con ritmos más ásperos provenientes del hardcore y con bases de guitarra muy potentes. El formato dúo también les diferencia y se convierte en una de sus particularidades más destacables, por la fuerza que pueden llegar a adquirir sus canciones con tan sólo dos personas a los mandos.

La gran diferencia de We Knew It Was You con Rubicone es que el nuevo trabajo de WANN, conteniendo todas sus características y elementos definitorios, suena más al álbum de una banda establecida y menos a una carta de presentación. Parece que WANN, ya desde el primer corte, tienen claro lo que quieren enseñar, y por esto el disco empieza sin introducciones ni ornamentos, directo y sin paliativos, con una canción sentida y emocionante como Comingo Home, que tarda en explotar y que a través de su inicial contención y cambios de ritmo logra sorprender como opener. Lo contrario sucede con East L.A., que tras un comienzo más raudo, encuentra un oasis de calma en su mitad antes de un final explosivo.

Una de las canciones más destacadas del disco es su tercer corte, Shut Up, que finaliza con un juego de voces totalmente adictivo y en parte inesperado por la estructura inicial de la canción. Ésta es una característica de WANN que se ha perfeccionado desde su anterior trabajo, alargando la duracción de las canciones para ampliar su complejidad y su capacidad de variación y sorpresa. In My Next Life es un tema algo más convencional aunque cargado de potencia gracias a un tremendo trabajo de la batería. Le sigue Blitzeis el tema más acelerado y nervioso del álbum, y el más gritón y agresivo. Es fácil de ver que el nivel de variedad de We Knew It Was You es considerable, y que no cabe un momento para el tedio.

Restart usa ritmos algo más enrevesados y cambiantes para crear una de las canciones más relajadas del disco, a la inversa que Echo Fighter, cuya principal virtud es su sencillez, convirtiéndose en el tema coreable por excelencia de We Knew It Was You, teniendo en cuenta que su letra es meramente el título. Llegando ya al final aparece la canción que da nombre al álbum, un tema sensible con las emociones a flor de piel, y probablemente uno de los más completos y llenos de matices de este nuevo trabajo, especialmente en su intrincada parte final.

Sin embargo, la traca final viene del a mano de Soulmate, un corte de casi nueve minutos de duración donde WANN se explayan y ponen a la vista todo su arsenal. Atípica tanto en el sonido de la banda, como con la tónica del propio álbum, pero sin ningún desperdicio. Todo un ejercicio de estilo y una suerte de prueba de fuego a la que se han querido someter voluntariamente, aprobando con honores.

We Knew It Was You, después de todo lo dicho, confirma a WANN como una de las bandas más innovadoras dentro de su estilo en el panorama nacional, capaces de despertar el interés con discos muy trabajados y nada artificiosos, llenos de garra y sentimiento a partes iguales. De lo más llamativo de la escena española en 2015.