Ought.- Sun Coming Down

Una de las revelaciones indudables del año pasado fue el cuarteto canadiense Ought. Recibieron una considerable cantidad de críticas positivas por su álbum More Than Any Other Day y a pesar de que esta atención en mucho casos sea fugaz y pasajera, sí creó el clima adecuado para la presentación de un segundo disco.

Ought se enmarcan, valga la redundancia, en la nueva ola de la new wave, revisando estos sonidos y tomando muchos elementos del post punk de los 80 y algo del primer post hardcore y noise rock. Es fácil ver que se está creando una suerte de nuevo movimiento, del que ya hemos hablado en ocasiones, con grupos que acaban siempre pasando por esta página como Protomartyr y Viet Cong en la vertiente más purista o Parquet Courts y Eagulls como bandas más eclécticas, y por supuesto, con raíces en bandas diversas e icónicas como Television, Wire, The Fall o Sonic Youth.

Ought Sun Coming DownPoco más habría que decir para invitar al lector medios de esta página a escuchar el nuevo trabajo de Ought. Las novedades con respecto a More Than Any Other Day no son demasiadas, y estamos ante un segundo disco continuista de absoluto manual, con todos los pros y contras que esto puede tener: habrá quien quiera ver algo de evolución e incoformismo, de riesgo y con suerte recompensa,  sin  quedarse tan solo en el hecho de ver nuevos temas, y por supuesto, tendrá toda la razón.

Sun Coming Down puede parecer que es la manera de Ought de desquitarse por haber lanzado un trabajo demasiado corto en su debut, dada la cercanía en el tiempo de ambas discos y su evidente similitud. Es cierto que no deja de ser una crítica velada por no ir más allá de su primer trabajo, pero ante la calidad de sus canciones es difícil sacar más tachas que su falta de innovación.

Una gran parte del éxito de Ought es el carisma y magnetismo de su vocalista, Tim Darcy, sin desmerecer la labor del resto de componentes de la banda, pero capaz de dar a todos sus temas un tono ácido, que impregna de matices ásperos hasta sus canciones más preciosistas, como en el caso de Beautiful Blue Sky o Passionate Turnover, o que da ese extra de mala baba en los cortes agresivos, como en Men For Miles, The Combo o Celebration. Esta vocación perfeccionista se refleja en canciones largas y elaboradas, que no llegan a hacerse densas debido a un trabajo concienzudo de las guitarras y una batería precisa, técnica y concisa, despojada de florituras innecesarias.

Hemos hablado de las canciones que representan los extremos del sonido de Ought, pero el resto de temas,que caminan entre zonas grises, son también muy destacables, como (paradójicamente) On The Line, la final Never Better y el single de presentación, Sun’s Coming Down.

Como suele pasarnos en Frog The World, no hay cosa que más nos guste que una banda que sepa combinar con las ideas claras las tendencias del presente con lo incontestable del pasado. Es cierto que se puede pedir más al sonido de Ought, y que al apostar sobre seguro se quedan a las puertas del sobresaliente, pero aún así, Sun Coming Down es un disco que merece la pena escuchar y que, siguiendo la analogía de las notas escolares, se ha ganado a pulso el notable.

 

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