Tortoise.- The Catastrophist

El post rock, como género, puede tomar mil formas:  poder englobar con la misma etiqueta a bandas como 65daysofstatic y Explosions In The Sky, con propuestas prácticamente opuestas aunque compatibles significa que los límites del género son amplios, y que habrá formaciones siempre dispuestas a ir más allá de lo establecido como canónico. Y éste es exactamente el caso de Tortoise.

La vocación instrumental de los de Chicago, y la configuración primordial de sus sonido les ha llevado a ser clasificados como post-rock, pero su estilo siempre ha estado muy influenciado por el jazz y el math rock, con toques importantes de electrónica minimalista, rock progresivo, dub y kraut. Una mezcla que en ocasiones suena demasiado calculada y algo fría, pero que es muestra de un espíritu aventurero e inconformista, y que ha sabido siempre mantenerse fresca, actual y única.

Tortoise The CatastrophistThe Catastrophist es el primer álbum de estudio de Tortoise desde Beacons Of Ancestorship allá por 2009. El atrevimiento y la intelectualidad siguen siendo señas de identidad de la banda, pero siempre existiendo un fondo emocional y conmovedor. Tortoise no siempre consiguen equilibrar cabeza y corazón, pero sus canciones nunca llegan a perecer meros alardes técnicos o ensayos musicales, sino que detrás de su experimentalidad, cálculo y virtuosismo hay sentimiento.

Sin embargo, el carácter experimental del álbum, a pesar de ser una de sus características más positivas, también significa, necesariamente, que estamos ante un trabajo irregular, y que no todas las ideas que barajan Tortoise salgan bien. Al lado de canciones fantásticas y épicas como Gesceap, atrevimientos oscuros y atípicos como Shake Hands With Danger o la etérea colaboración con Georgia Hubley de Yo La Tengo en Yonder Blue, hay divertimentos intrascendents como Gopher Island o melodías que parecen sacadas de una parodia funk en una teleserie como es el caso de Hot Coffee.

Habiendo ya hablado de los ejemplos más evidentes de lo mejor y lo peor The Catastrophist, la verdad es que el resto de temas, por suerte, se acercan más a lo bueno que a lo malo. La canción que da nombre al álbum abre tranquila pero segura, acercándose a ritmos espaciales y algo retrofuristas, mientras que Ox Duke le sigue con un crescendo constante y a la postre inacabado, divertido y hambriento. The Clearing Fills es un oasis de calma que parece hacer de introducción a Gesceap, pero que también tiene valor en sí mismo, no sólo como transición. Tesseract es de lejos la canción más camaleónica y que más partido saca de los sintetizadores, combinándolos con una base de instrumentos más tradicionales. Por último, At Odds With Logic funciona como cierre por la fuerza que adquiere al final gracias a sus guitarras, aunque tarda demasiado en animarse.

La originalidad de Tortoise desborda en cada canción, y aunque en la actualidad tengan competidores en su propio terreno (siendo Battles el ejemplo más evidente) no parecen darse por vencidos y tras siete años de inactividad vuelven a sorprender con un álbum inquieto, propio e inconformista, que no se amolda ni a los cánones del género, ni a la propia fama y status de la banda. Un gran ejemplo de autoconciencia, dedicación y creatividad por una formación que deja claro que le queda mucho por decir y para impresionar.

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