Cualquiera que se haya aficionado a un género que antes no solía escuchar normalmente lo hace a través de grupos que sirvan como puente, o que le introduzcan a un determinado estilo de una manera gradual y amigable. No se trata de grupos de usar y tirar, ni mucho menos, sino de enlaces entre diversos estilos, a los que además se les suele coger bastante cariño por ser «lo primero» que escuchaste de un cierto género o subgénero.
Cala Vento sin duda llevan la marca de BCore, y son herederos y continuadores del sonido cada vez más perfilado del sello de la ciudad condal, pero también de la escena catalana en términos generales, y enmarcados dentro de la nueva ola de indie nacional, lo que les convierte en un punto medio entre estos tres frentes.
No se trata de establecer comparativas, pero sí es verdad que tras escuchar su primer trabajo, y más aún a través de los cortes de Fruto Panorama, es fácil indicar estas bandas con las que poder describir su estilo particular: por un lado, es inevitable nombrar a Nueva Vulcano, tanto a nivel lírico como musicial, aunque las letras de Cala Vento sean algo menos surrealistas, pero igualmente personales y ácidas; la influencia de Eric Fuentes (productor del disco) y su The Unfinished Simpathy, y la cercanía que puede establecerse con otras formaciones nacionales como Dinero o especialmente Correos. En pocas palabras, Cala Vento están tocando en festivales de corte punk en la actualidad, pero no destacarían en eventos más dirigidos al público general, por la calidez de sus canciones y su facilidad a la escucha.
Si hay algo que destacar de Fruto Panorama frente a su debut homónimo es que éste suena mucho mejor, no sólo a nivel técnico, pero muestra un crecimiento de la banda con canciones mucho más estructuradas, sencillas pero efectivas, y que invitan a una segunda y tercera escucha con más rapidez. El formato dúo, que obviamente tiene muchas complicaciones, se nota mucho más consolidado en este segundo trabajo, y abre un nuevo abanica de posibilidades para Joan Delgado y Aleix Turon.
Del indie rock amable de Historias de Bufanda, a los ritmos casi tropicales del inicio de Hay Que Arrimar, pasando por las guitarras afiladas de Antes De Él, Fruto Panorama muestra una variedad de registros amplia pero coherente. Los momentos más pop se combinan con otros más complejos, o incluso más duros, todo ello aliñado con coros y juegos de voces constantes. Las notas de actualidad de En Cueros, el reflejo de experiencias personales en Isla Desierta y Sin Apenas Conocernos, los crescendos de 6.000.000, los ecos punk rockeros de Nueve Toros o los altibajos de Fetén conforman un álbum con capacidad de sorpresa, divertido y fresco. El último corte, Bosques y Desiertos, suena a punto final contundente, y cierra un disco mucho más completo y prometedor que su primer trabajo.
Cala Vento llevan dos años componiendo, grabando, girando y dando directos, en una experiencia que pinta tan gratificante como agotadora, y dos discos bajo el brazo en una trayectoria que evoluciona y se expande rápidamente. Está claro que además de su propio talento han sabido acompañarse bien, y Fruto Panorama es un considerable salto de calidad desde su no tan lejano debut. Es fácil prever que en los próximos años Cala Vento va a ser un nombre y que va a repetirse con frecuencia, y que no tardando empezaremos a ver repetirse en los carteles de cada vez más festivales.