Hace dos años Anxela y Violeta sorprendieron a propios y extraños con Human Flesh, su primer disco como Bala, un debut contundente, directo y arrollador. Colmillos, el primer adelanto de su nuevo trabajo, Lume, no deceleraba y aumentaba las revoluciones, añadiendo visos de noise rock y post-hardcore que casi parecía que siempre habían estado ahí.
Es de agradecer cuando un grupo se da cuenta de lo que funciona, y tenga muy clara cuál es su propia esencia. Human Flesh era corto, desatado y furioso, y encandiló a mucha gente por esas cualidades. Lume comparte estos adjetivos, pero no es un añadido o una expansión: es otra cosa, pero con las mismas ansias destructivas y el ánimo pirómano que sugiere el título del álbum.